2 de octubre de 2009

QUE LLEGAN LOS FORTY

Va a ser verdad que cuando se llega a los "forty" nos da por volver a hacer aquellas cosas de juventud que hace tiempo abandonamos. He de reconocer que aunque aún no he llegado a esa cifra ya me ha picado el gusanillo y voy desempolvando los viejos pies de gato, miro de soslayo la piragua, compruebo el estado de las raquetas de tenis, etc. Aun así creo que hay varias influencias en este estado de melancolía. Por una parte recordando a través de mi hijo juegos de infancia, canciones y juguetes. Para colmo he encontrado hace poco unas redacciones que escribí con 12 o 13 años y que ahora me sirven para leerselas a la hora de dormir. Por otro lado, uno de mis compañeros de trabajo, de mi misma generación pero mejor memoria que yo, no para de recordarme películas, anuncios y otras batallitas de entonces.
Cuesta hacerse a la idea de que ya somos como lo que recordamos de nuestros padres, porque la imagen de un señor de cuarenta de hace varias décadas es la de un padre de familia que está muy ocupado y que el fin de semana te acompaña a jugar al tenis o al fútbol y que impone disciplina en casa. O tal vez no seamos tan iguales. Yo por si acaso voy mirando de reojo a los que ya han entrado en la cuarentena para ver como se lo toman, como les afecta y estar preparado.

Os dejo que van a decir quién va a ser la sede de la olimpiada 2016. Igual estoy a tiempo para participar en algo, aunque sea diseñando las papeleras...

Arturo Reque Mata.
Arquitecto y deportista.




2 comentarios:

Anita dijo...

Yo todavía estoy a mitad de camino entre los 30 y 40, pero ya le voy viendo las orejas al lobo! Yo dejé de cumplir años hace 15, ¿padezco el síndrome de Peter Pan?.
Un saludo desde "Las Cumbres"

Anónimo dijo...

Pues que cumplas los 40, los 50, 60, 70, 80 ... y sigamos viéndonos en el dojo.

Yo desde que pasé de los 45 me encuentro mejor que nunca, paso de muchas más cosas, y me preocupan muchísimo menos las tonterías que antes me agobiaban. Alguna ventaja tiene el cumplir años, ya te irás dando cuenta.

Órfilo