29 de marzo de 2012

DESPUÉS DE LA BATALLA


Creo que se ha dicho ya todo o casi todo del resultado electoral. Comentarios y análisis tan variados que me da por pensar  que las elecciones sirven más que nada para que la gente tenga un motivo de desahogo y los periodistas material gratis para sus columnas hasta el momento, al menos, de formalizar los gobiernos correspondientes.
También sirven para no fiarse mucho de las encuestas y sondeos a la vista de los aciertos que en Andalucía han tenido esta vez.
Fotografía de Susan Ogrocki
Sea como sea, lo cierto es que la batalla entre rivales ha concluido y como dice Juan Goytisolo en su libro “Paisaje después de la batalla”, ahora es necesario construir un paisaje nuevo o si quieren, ver el mismo desde una perspectiva diferente. No hay más cáscaras, como decían los antiguos. Guste o no el resultado obtenido, se impone la realidad escueta. Los ciudadanos de a pie solo podemos esperar actuaciones, protestar ante lo que consideremos mal hecho y dentro de unos años, cambiar el voto. Es decir, poca cosa, ante la multiplicidad de problemas existentes. Pero como ayuda a una resignación anticipada les propongo una reflexión, si me apuran, optimista, quiero decir no tan mala como cabría esperar.
En algún lugar del planeta y movido por seres todavía terrestres, debe estar el origen de este fenómeno llamado “crisis” que nos ha ido invadiendo poco a poco como un tsunami devastador. Los poderosos primero, y el resto del personal después, aplaudieron la idea de que debíamos actuar como si todos tuviésemos en algún lugar oculto una inmensa fortuna. Hasta le pusieron nombre: Estado de Bienestar. Conforme a él podíamos llevar una existencia placentera sin que en ella faltase lo que consideramos esencial: doble mansión, segundo coche, ropa y zapatos de marcas, ágapes suculentos, viajes exóticos,…etc. De golpe el lujo nos parecía siempre al alcance de la mano. Y ahí estaba con solo acudir al Banco más cercano y solicitar el crédito que serviría para celebrar (por ejemplo) la Primera Comunión del niño/a  con la alegría económica del momento. En nuestros lares de marbelleros afortunados, el que más o el que menos trabajaba en algo relacionado con grúas, cemento, ladrillo y paleta. Urbanizaciones por doquier, al punto casi de invadir Sierra Blanca. O el mar, que para el caso venía a ser lo mismo. La felicidad tenía nombre de bolsillo sin fondo. Inagotable, así lo creíamos. Nadie nos advirtió de lo contrario. Ningún cerebro gris en economía dio la voz de alarma. Como Caperucita en el bosque, cuando quisimos darnos cuenta, teníamos el lobo encima. Y ya se sabe lo que acostumbran a hacer los lobos.
El resto es la actualidad pura y dura. ¿La reflexión prometida y no negativa? …pues, verán, ocurre que también hay otras formas de vivir si no tan cómodas, si agradables y baratas: Desde la  contemplación de la Naturaleza en pleno vigor con la primavera, hasta la de pensar que nuestros hijos pueden disfrutar igual o mejor con una caja ce cartón, unas chinuelas, un baño en el mar o un balón antes que con los carísimos aparatitos que los aíslan de la familia. Que andar es sano, no necesita combustible y ayuda a las arterias. Que las marcas son un signo de estupidez elevado al cuadrado, porque solo consiguen enriquecer al fabricante. Que una boda o Primera Comunión es igual de emocionante con almuerzo pantagruélico o con chocolate y churros. Que un buen libro puede superar el placer de un crucero, sin peligro de encallar, y que una sonrisa o gesto de cariño tiene inmenso valor, pero no precio.
Como ninguno de los partidos participantes iba a solucionar el gran enigma de la crisis, mejor será no sofocarse y arreglar nuestro propio mundo interior. Los políticos, en sus particulares batallas, créanme, no tienen una vida mejor. A todos les acecha el infarto.

Ana  María  Mata
Historiadora y novelista     

28 de marzo de 2012

MALA IMAGEN

Desde hace un tiempo me hago la siguiente reflexión: Pese a la "mala imagen" para los que nos visitan, ¿merece la pena -tal y como están nuestras arcas públicas- seguir espurreando arena (polvo gris que más parece cemento) en nuestras céntricas playas? Hasta un niño de 3 años sabe lo que va a durar su fortaleza de arena que hizo con tanto cariño al borde del agua.

 Tenemos muchos kilómetros de bonitas playas, con sus dunas, rebalaje y bancos de arena -salvadas por los pelos de la especulación inmobiliaria- que deberían ser nuestra imagen de sol y playa en el exterior. Se debería reforzar la conservación y calidad de esas zonas para evitar su degradación y tentación de explotación mercantil... También necesaria, pero en su debida dosis de equilibrio sostenible.

El pueblo que éramos creció y le ganamos terreno al mar, edificaciones en primerísima línea, paseos marítimos, puertos, chiringuitos, etc. Piedras, hormigón y arena sobre el mar, en difícil pulso de poder. Y claro, a la Naturaleza le podemos dar una patada en la espinilla, dejarla maltrecha, pero al final se repone y SIEMPRE acabará ganándonos.

Fotografía de Órfilo Aranda
Sinceramente, mientras no se estudien y se realicen soluciones que estabilicen la arena de nuestras playas del centro, no me interesa lo más mínimo su estado actual, me da igual la imagen. Si se me queja algún turista le explico otras decenas de playas donde podrá disfrutar de nuestro mar (si el saneamiento integral no nos juega una mala pasada y arruina el baño con sus irresponsables vertidos) y me quedo tan a gusto.

Y como en todas partes tenemos conocidos, sólo lo sentiría por esos amigos que tienen negocio de hamacas o chiringuitos en zonas del centro. Pero estoy seguro, que pese a las piedras, con tal de no moverse unos metros, el personal seguirá fiel a la playa delante de su apartamento, malhumorado, pero se quedará ahí.

Evidentemente nada es tan simple, pero mientras las administraciones oportunas se aclaran sobre qué hacer, el dinero que tan generosamente se está tirando al mar, se podría invertir en crear las conexiones necesarias desde el centro hasta las playas del exterior, de manera que se pueda acceder dando un paseo o en bicicleta. Pero es es mucho pensar y estamos de resaca post-electoral.

Arturo Reque
Arquitecto

24 de marzo de 2012

MEDIA MARATÓN MÁLAGA 2012. LA CARRERA


Y tras el pistoletazo de salida comienza la carrera.

Con la cámara en la mano. Imágenes en primera línea de fuego. Sensaciones personales y fiel reflejo del ambiente vivido.

3500 participantes en un agradable día pre-primaveral con viento noroeste y nuevo recorrido, adentrándonos unos kilómetros por el casco histórico.
Gran ambiente y enorme el compañerismo dentro de los Primeguis.

Pincha en el siguiente enlace:
Media Maratón Málaga 2012-La Carrera

Saludos,

Arturo Reque 
Club de Atletismo Primeguis

23 de marzo de 2012

MEDIA MARATÓN MÁLAGA 2012. MOMENTOS PREVIOS

No solo se trata de correr.
El ambiente que rodea este tipo de eventos deportivos merece la pena por sí solos. Desde bastante minutos antes van llegando deportistas desde distintos puntos de la provincia e incluso de otras comunidades. Los saludos entre conocidos se convierten en un ronroneo constante. El comentario habitual sobre el tiempo que  hace, la lesión que no cesa, el último modelo de zapatillas adquirido por internet,...Temas típicos de cualquier grupo en la zona de recogida de dorsales. Los clubes cogen posiciones, se hacen las fotos de familia, se cuentan las últimas anécdotas de carreras o entrenamientos, y las expectativas de la que está por comenzar.
Superada la "difícil" tarea que supone sujetarse el dorsal con los imperdibles -manos frías y dedos nerviosos e impacientes- y tras dejar los enseres en los guardarropa habilitados para dicho fin, se sale al "ruedo" para tomar posiciones en la salida. Unos breves estiramientos-menos de los recomendados.¿Por qué ocurre eso el día de la carrera?- y un suave trote a modo de calentamiento minutos antes de la salida. Y ya en la línea de salida, en medio del meollo de los corredores, los nervios afloran, se busca la concentración, se repasa la estrategia personal...  

Pincha en el enlace y vive nuestra propia experiencia. 

Media Maratón Málaga 2012. Previos



Arturo Reque Mata
Club Atletismo Primeguis

19 de marzo de 2012

LA FE DEL CARBONERO


Es muy posible que haya alguien –especialmente si es joven– a quien le suene a chino la frase que encabeza estas líneas. Para aquellos que, por suerte aún no tienen cinco décadas sobre sus cabezas, explicaré la razón de ese título. Antaño, cuando estudiábamos Religión o el Catecismo en las catequesis, se acostumbraba a definir a quienes creían al pie de la letra todo lo que curas, monjas o maestros nos contaban sobre Dios, el Cielo, Infierno, Purgatorio y demás, sin oponer ni una ligera duda, diciendo de ellos que por suerte, tenían la “fe del carbonero”. Querían decir que no necesitaban razones, pruebas o análisis. Creían sin más. Porque sí, como dicen a veces los niños. Ignoro la causa del infantilismo agudo que se le atribuía a los trabajadores del carbón, pero así era la cosa y todos nos entendíamos.
No es el momento, ni mi intención adentrarme por caminos teológicos (con lo que se nos viene encima con las procesiones, tengo de sobra) pero utilizo la metáfora por aquello de las urnas y el voto del próximo domingo. Conste que lo escrito aquí es pura subjetividad, como una confesión a voces, un desahogo de desencanto y decepciones, quizás simplemente pensamientos lanzados a la deriva. Lo curioso es que no logro quitarme de la cabeza la idea enraizada de cuales serán las motivaciones de los andaluces y asturianos para colocar el sobrecito de marras en su urna correspondiente. Me pregunto una y otra vez si les llevará otra intención aparte de la muy digna de cumplir con lo que consideran un deber democrático. ¿Tendrán algunos de ellos confianza plena en que el ganador, persona y partido, va a resolver aunque sea la mitad de los problemas que sufren? ¿Conocen los medios, especialmente económicos, con que cuentan para hacerlo? ¿Saben algo más de las formaciones políticas que no sea el número de corruptos, las cantidades esquilmadas, las veces que salen y entran de los juzgados personajes célebres que han formado parte de ellas? No me explico el rostro que hay que tener para hacer campaña en el momento actual por parte especialmente de las dos fuerzas mayores. Treinta años de ineficacia y administración nefasta con final de ERES rodeados de drogas y sobres para amigotes, ofrecen poca o nula esperanza de que los iniciados en el tema no deseen seguir ese camino.  Presidentes de comunidades como la Balear, o Valenciana, enmarañados en las propias mentiras de sus discursos, como el de trajes, actividades deportivas pagadas pero inexistentes, apoyo al “yernísimo” en su voraz codicia, tampoco prometen como antecedentes para solucionar nuestros muchos y difíciles problemas. La parálisis imaginativa de ambos en lo referente al desempleo, la financiación inexistente, y la crisis como rayo que no cesa, son argumentos tan terribles como lo es la falta absoluta de confianza en partidos y candidatos.
Servidora, como Santo Tomás, necesita pruebas y hechos. Lo de “mi rival es peor que yo”, me parece deleznable. Por eso pienso que hay que tener mucha moral para acercarse a las urnas. Pero sin duda que por suerte para los candidatos, siempre habrá quien posea la tan estimada “Fe del carbonero”.

Ana María Mata
Historiadora  y novelista    

15 de marzo de 2012

¿Y DESPUES QUÉ?


Siento decirlo pero nos han convertido en político-escépticos.

El motivo principal nos lo traen cada día los titulares de prensa con ediles –con su cargo en vigor o en fuera de juego– que son detenidos por continuos delitos de corrupción. Grandes ciudades o pequeños pueblos del interior, en la península o en las islas, Marbella ya no está sola en la lista de municipios manchados por las malignas peripecias de sus gobernantes.  ¿Queda alguno que no tenga algún concejal, o concejala, imputado? Es tremendamente llamativo y deprimente como el poder llama al dinero y ciega al que lo ostenta, entrando en una espiral de ambición que le hace creerse intocable o invisible (Según para quién). Por fortuna les llega su turno y acaban sentados en el banquillo de los acusados, aunque la factura que se está pagando está más cerca de la pérdida de credibilidad en la clase política que en imagen de limpieza y regeneración (Incluso me temo que aún los habrá que sigan arriesgándose desde su creída “invisibilidad” y quieran aprovechar el tiempo que estén en el poder).

Pero también hay reflexiones más globales que nos llevan al escepticismo actual. Ejemplos que, salvando las escales, son similares a los locales pero a nivel europeo. ¿Por qué los grandes países dominadores y todopoderosos no fiscalizaron correctamente y con anticipación a sus socios, reaccionando tarde y cuando ya no había solución? ¿Por qué tenemos que creer que lo que ahora imponen va a ser la solución y no un nuevo error, o desvío hacia intereses propios, si son los mismos que nos llevaron al caos? ¿Cómo se puede acordar con Europa la reducción de la deuda española en un tira y afloja de tipo partida de póquer donde el “farol” de nuestro presidente logra que se pase del 4,4% inicial al 5,3% definitivo? ¿Creen que esto es serio?

En cualquier caso, y cuando por fin hayamos llegado al control del déficit y el gasto público al mínimo absoluto, entonces… ¿Qué pasará entonces? Puesto que todo lo que se debate estos días se acaba en ese instante final del countdown deficitario. Y como si de pisar Marte se tratara, nadie se atreve a avecinar qué ocurrirá entonces. Sin posibilidad de gasto público, sin posibilidad de endeudamiento, con la sociedad extenuada, ¿Cómo se va a generar trabajo, comida o techo? ¿Qué plantean nuestros políticos para ese terrible momento, una vez resuelto el dilema actual? ¿Industria, innovación, educación, sanidad, turismo, construcción,…plantar patatas? Digan algo, por favor, para que intente mantener la esperanza en ustedes. Que tanto titular de prensa me tiene absolutamente decepcionado.

Arturo Reque Mata
Arquitecto






13 de marzo de 2012

UNA RAYA EN LA HISTORIA

En estos momentos hace casi medio milenio que nuestro país inventó la Infantería de Marina, una unidad militar genuinamente española que cumple este año su 475 aniversario, lo que no deja de ser algo digno de envidiar por quienes les copiaron e imitaron con el paso del tiempo, como por ejemplo los famosos y cinematografiados Marines estadounidenses.

Efectivamente, los “Tercios de Mar de Nápoles” fueron creados por el emperador Carlos I de España y V de Alemania en 1537 y luego su hijo, el rey Felipe II le dio carácter naval permanente creando el “Tercio de la Armada del Mar Océano” el 27 de febrero de 1566. La idea era tener una fuerza embarcada capaz de realizar abordajes, defender las naves propias y con capacidad de realizar incursiones anfibias desde la mar hacia tierra. La idea funcionó tan bien que fueron precisamente infantes de marina españoles los que rindieron la galera capitana del almirante otomano Alí Pachá en Lepanto solo cinco años más tarde, luchando contra los aguerridos y temibles guerreros jenízaros turcos.



EL MARBELLERO DESCONOCIDO EN MARBELLA

Era uno de los momentos más oscuros para la Europa renacentista y la cristiandad misma se jugaba la supervivencia. Había que hacer algo y se hizo. El Pontífice Pio V vio la necesidad de parar el avance de la Turquía de Solimán “El Magnífico” en los márgenes del “Viejo Continente” antes de que la civilización occidental misma dejara de existir tal y como se conocía hasta entonces.

El 7 de octubre de 1571 aconteció la Batalla de Lepanto, en la que las armadas de la coalición cristiana (España, Venecia, Génova y Estados Pontificios) y otomana se encontraron y lucharon encarnizadamente por el dominio del mar Mediterraneo.

El momento de la victoria de las armas cristianas sobre las otomanas vino marcada por la muerte, a causa de un disparo de arcabuz, del almirante turco Alí Pachá (al que luego un galeote liberado le cortó la cabeza, a modo de venganza personal, para desagrado del comandante español D. Juan de Austria) y la captura de la insignia otomana gracias a la audaz acción de un infante de marina española nacido en Marbella llamado Andrés Becerra.

Actualmente, la bandera capturada por este antiguo marbellero se puede admirar en la Armería del Palacio Real de El Escorial. Como anécdota, merece la pena destacar que en una época en la que no existían las medallas, el rey Felipe II le regaló la bola de oro del tope de la bandera turca a Andrés Becerra como premio a su valor y arrojo en el combate.

Este valeroso capitán de los Tercios de Mar (Infantería de Marina) era protegido del almirante granadino D. Álvaro de Bazán (Marqués de Santa Cruz) bajo cuyas órdenes combatió por España en la mar. Cuatrocientos cuarenta años después, Marbella tuvo a bien rendirle un pequeño y humilde homenaje, otorgándole en mayo del 2011 el nombre de "Capitán Andrés Becerra" a una de sus calles. Todo un honor para la Infantería de Marina española y para Marbella, ciudad que lo vio nacer hace ya casi quinientos años.

Para finalizar, no quisiera dejar pasar la oportunidad para hacer un llamamiento a la conciencia de orgullo de ser marbellero. En esta querida ciudad hemos pasado unos años largos y terribles, marcados por las corruptelas políticas y mafiosas que han marcado nuestro carácter y nuestra fama más allá del término municipal, donde los personajes más “ilustres” y famosos eran y son dignos de ser carne de prisión por méritos propios. Por suerte la normalidad institucional está volviendo tras no pocos esfuerzos.

Sirvan pues estas líneas para reivindicar los héroes hijos de esta ciudad, que en los momentos más difíciles de la historia de nuestra tierra lo dieron todo y que son los que verdaderamente tendrían que ser recordados y homenajeados en Marbella y España, pues ellos son los que hacen grande el nombre de nuestra ciudad y nuestra patria.


Juan Cristóbal Ortiz Parra

Asociación Marbella ByCivic

9 de marzo de 2012

UN PAIS INDIGNADO E INDIGNANTE


Entran ganas de abandonar de una vez por todas el periódico, la radio, la televisión y cualquier medio que nos traiga noticias de donde, por desgracia, vivimos. Este país en el que solo ganamos algo por pelotas (y aunque me refiero a las de fútbol pueden pensar libremente lo que quieran) y donde es casi seguro que existen ya más delincuentes que cárceles, jueces y juzgados. ¿Le cabrá ese gramo de podredumbre más que seguramente mañana anunciarán a bombo y platillo?...la indignación envuelve estas líneas, que quisiera moderadas, pero a las que el asco nacional está a punto de convertir en úlcera gástrica con reflujos incluidos. La frase de la presidenta de Invercaria (con grabaciones incorrectas o no, no creo ya en sutilezas) es la que faltaba para colmar el vaso de desvergüenza de la Junta, de las autonomías y de cualquier partido que dice representarnos como ciudadanos. Redactar informes con datos y fechas falsas sobre créditos de empresas se ha convertido en una costumbre nacional. Es ya un hábito tan introducido en las meninges de quienes manejan nuestros dineros que importa poco el color, el lugar o las siglas; como una pandemia recorre el territorio nacional y se  ha transformado en el signo que identifica  por excelencia a lo español.
Mientras tanto, cada vez más lejos de Europa pero más sumisos ante ella. Como si quisieran castigar fuera lo que dentro tardamos tanto en resolver, no aceptan la piedad que pedimos en forma de espera o rebajas. No les conmueve las peticiones de nuestro máximo mandatario, quizás porque no se fían de sus administradores. Les suena en los oídos palabras como “Gescartera, Malaya, Gurtel, Noos o Invercaria”. Y el sonido no es a música celestial, sino a trompetas del infierno. A país de segunda que tal vez haya ido demasiado deprisa para estar en la línea que ellos creen formar. Al que gusta mucho más la trampa que la ley, lo subterráneo que lo transparente.
Esa es la realidad y eso lo que tenemos en el momento presente. Por mucho sol que ofrezcamos como reclamo, paella, vino y francachela. Aunque haya personas decentes que se duelan de las múltiples irregularidades y trabajen con disciplina. Esos son a los que he llamado indignados, muchos, por fortuna. Pero en la otra esquina están..¡ay! los indignantes.  Pobre país de enfrentamientos irresolubles.
Ana  María  Mata
Historiadora y novelista
  

3 de marzo de 2012

EL HUMO DE LOS SALVADORES


Hubo un tiempo en el que nuestra ciudad parecía que se iba a la deriva. El paro hacía mella en las familias, los negocios empeoraban sus cifras, los camellos campaban a sus anchas por las calles y la prostitución aparecía por cualquier esquina. Curiosamente, la juventud vivía una tormenta creativa con gran animación cultural y musical fruto de la cual surgió la Marbepop. Varios personajes dieron el salto artístico a la capital:
David Delfín, Pepón Nieto y Mariola Fuentes, entre otros.
Pero los promotores no vendían sus “huevos de oro” y el turismo bajaba sus estadísticas. Y llegó el ángel salvador que, “milagrosamente”, y con las urnas como respaldo popular,  lavó la cara de las calles, echó a los camellos y putas a patadas, eliminó el molesto ruido que generaba la ociosa juventud y logró vender sus pisos y apartamentos de lujo. Como si de un maestro del ilusionismo se tratase, creó una cortina de humo tras la cual se gestaron inexplicables convenios urbanísticos –aprovechando la dejadez de funciones en sus controles de los organismos superiores y amparados en una supuesta revisión del PGOU que nunca se aprobó– a través de los cuales suelo público pasaba a privado a cambio de beneficiosas aportaciones a las “arcas municipales”.
Hotel Marina Bay Sands de Singapur
Como si de una maqueta a escala se tratase, ahora en España vivimos una situación desgraciadamente parecida –mucha más dura y cruel para con la sociedad– en la que empiezan a aparecer los “salvadores”. El primero ha sido un tal Sheldon Adelson, que tras generar gran expectación mediática, anuncia que serán Madrid o Barcelona los elegidos para su nuevo paraíso terrenal, el complejo de ocio y negocio Eurovegas. Dicen que generará 15.500 millones de euros en los próximos 15 años, creando 260.000 puestos de trabajo directo o indirecto durante sus tres fases de desarrollo, culminándose en el 2022.
Menos mal que vemos la luz al final del túnel –aunque sea en forma de laser de colores que ciegue los ojos de muchos- y gracias a este personaje, en diez años se acabarán los problemas de nuestro país. Eso sí, primero hay que adaptar la legislación vigente a sus necesidades, si no las cuentas no salen. ¿Les suena a algo todo esto?
Las maquetas suelen ser de cartón piedra, y por lo tanto, pueden arder fácilmente, haciendo que el humo se vuelva gris y tóxico.
Arturo Reque
Arquitecto

1 de marzo de 2012

PLAYA DE LA FONTANILLA


Tengo querencia a su arena grisácea y el rebalaje suave de su orilla quizás porque mi niñez, como dijo Serrat, anda enredada aún en el oleaje de su agua cálida, y mis ojos se empeñan en seguir viendo junto al faro vigilante y el poderío de La Concha, niñas y niños imaginando dunas desde donde nos lanzábamos cual trampolines semejantes a los de Esther Williams, la atractiva nadadora que el cine nos mostraba como la estrella por excelencia del momento. Aquella arena, blanca entonces, casi harinosa, representaba para nosotras un desierto del que nos sentíamos dueños, sin camellos, pero sí grandes y punzantes macizos de pitas de los que debíamos cuidarnos, y a los que ahora, creo que llaman, más pequeños, plantas de aloe.     
Estrofa de nostalgia que podría prolongar con largueza, pero no quiero ni debo. De nada sirve añorar lo perdido aunque reconforte el recuerdo de sus muchas horas de gozo.
 Pasaba hace unos días por allí, el lugar donde estuvo y que conserva su nombre. Me había adaptado hace tiempo al mármol que la respalda  y donde pasean hoy personas de lugares tan dispares; al comercio y bares que ocupan nuestras dunas de antaño, y hasta a las palmeras que le añadieron sin venir a qué. En esencia –pensaba– seguía siendo ella, la Fontanilla de siempre, playa de nuestros secretos, conservadora silenciosa de anhelos tal vez incumplidos, testigo de un pueblo que derrochaba inocencia. 
Ví unas máquinas que arrancaban palmeras y otras que intentaban extraer o demoler piedras inmensas que usurpaban a la arena inexistente. Entre las baldosas del paseo y el mar, pedruscos desiguales hacían las veces de orilla a la que seguía llegando espuma de olas intermitentes. La playa había desaparecido. Imposible imaginar que alguien fuese capaz de soñar con un baño en ese trozo de mar, que sin embargo, seguía estando allí.
No entiendo la causa exacta de la inexistencia de una de las mejores playas de Marbella. No entiendo la dejadez de los responsables de Costas, de Fomento u organismo similar. Los fenómenos naturales siempre estaban ahí sobre nuestras cabezas, tormentas, marejadas, rayos y truenos. Pero nosotros cada verano subíamos a sus montículos de arena y desde ellos nos zambullíamos en su mar. ¿Qué le habremos hecho para que decida abandonarnos?...Cambios inadecuados, exceso de cemento a su espalda. Quizás no sea eso. No lo sé.  Pero siento gran dolor al verla tan desolada. Fíjense si la amo que mi primera novela lleva como título su nombre.
Ana  María  Mata 
Historiadora y novelista