13 de marzo de 2012

UNA RAYA EN LA HISTORIA

En estos momentos hace casi medio milenio que nuestro país inventó la Infantería de Marina, una unidad militar genuinamente española que cumple este año su 475 aniversario, lo que no deja de ser algo digno de envidiar por quienes les copiaron e imitaron con el paso del tiempo, como por ejemplo los famosos y cinematografiados Marines estadounidenses.

Efectivamente, los “Tercios de Mar de Nápoles” fueron creados por el emperador Carlos I de España y V de Alemania en 1537 y luego su hijo, el rey Felipe II le dio carácter naval permanente creando el “Tercio de la Armada del Mar Océano” el 27 de febrero de 1566. La idea era tener una fuerza embarcada capaz de realizar abordajes, defender las naves propias y con capacidad de realizar incursiones anfibias desde la mar hacia tierra. La idea funcionó tan bien que fueron precisamente infantes de marina españoles los que rindieron la galera capitana del almirante otomano Alí Pachá en Lepanto solo cinco años más tarde, luchando contra los aguerridos y temibles guerreros jenízaros turcos.



EL MARBELLERO DESCONOCIDO EN MARBELLA

Era uno de los momentos más oscuros para la Europa renacentista y la cristiandad misma se jugaba la supervivencia. Había que hacer algo y se hizo. El Pontífice Pio V vio la necesidad de parar el avance de la Turquía de Solimán “El Magnífico” en los márgenes del “Viejo Continente” antes de que la civilización occidental misma dejara de existir tal y como se conocía hasta entonces.

El 7 de octubre de 1571 aconteció la Batalla de Lepanto, en la que las armadas de la coalición cristiana (España, Venecia, Génova y Estados Pontificios) y otomana se encontraron y lucharon encarnizadamente por el dominio del mar Mediterraneo.

El momento de la victoria de las armas cristianas sobre las otomanas vino marcada por la muerte, a causa de un disparo de arcabuz, del almirante turco Alí Pachá (al que luego un galeote liberado le cortó la cabeza, a modo de venganza personal, para desagrado del comandante español D. Juan de Austria) y la captura de la insignia otomana gracias a la audaz acción de un infante de marina española nacido en Marbella llamado Andrés Becerra.

Actualmente, la bandera capturada por este antiguo marbellero se puede admirar en la Armería del Palacio Real de El Escorial. Como anécdota, merece la pena destacar que en una época en la que no existían las medallas, el rey Felipe II le regaló la bola de oro del tope de la bandera turca a Andrés Becerra como premio a su valor y arrojo en el combate.

Este valeroso capitán de los Tercios de Mar (Infantería de Marina) era protegido del almirante granadino D. Álvaro de Bazán (Marqués de Santa Cruz) bajo cuyas órdenes combatió por España en la mar. Cuatrocientos cuarenta años después, Marbella tuvo a bien rendirle un pequeño y humilde homenaje, otorgándole en mayo del 2011 el nombre de "Capitán Andrés Becerra" a una de sus calles. Todo un honor para la Infantería de Marina española y para Marbella, ciudad que lo vio nacer hace ya casi quinientos años.

Para finalizar, no quisiera dejar pasar la oportunidad para hacer un llamamiento a la conciencia de orgullo de ser marbellero. En esta querida ciudad hemos pasado unos años largos y terribles, marcados por las corruptelas políticas y mafiosas que han marcado nuestro carácter y nuestra fama más allá del término municipal, donde los personajes más “ilustres” y famosos eran y son dignos de ser carne de prisión por méritos propios. Por suerte la normalidad institucional está volviendo tras no pocos esfuerzos.

Sirvan pues estas líneas para reivindicar los héroes hijos de esta ciudad, que en los momentos más difíciles de la historia de nuestra tierra lo dieron todo y que son los que verdaderamente tendrían que ser recordados y homenajeados en Marbella y España, pues ellos son los que hacen grande el nombre de nuestra ciudad y nuestra patria.


Juan Cristóbal Ortiz Parra

Asociación Marbella ByCivic

5 comentarios:

Reque+Gallego Arquitectos dijo...

Gracias JuanCris por la lección de historia "olvidada" de nuestra ciudad. Esperamos con impaciencia la próxima entrega...

JuanCris Ortiz. dijo...

Muchísimas gracias a vosotros por esta oportunidad que me habéis dado para recuperar para Marbella a este auténtico héroe que bien merece ser recordado en su ciudad natal.

Anónimo dijo...

Me ha resultado muy interesante la colaboración de J Cristobal, espero que siga mostrándonos casos como el del capitan Becerra, del que, confieso, no tenía ninguna información. Es una lástima, como él dice que no conozcamos a nuestros grandes hombres, y nos dejmos llevar en tantas ocasiones por personajillos de poca monta que no aportan nada a la excelencia de la ciudad. Confío en seguir leyendo sus comentarios.
Ana María Mata

jan.g dijo...

Si supieramos más, lo haríamos mejor.
Gracias por la lección.
José A Nieto.

Anónimo dijo...

Pocos Malayas han nacido en Marbella