20 de mayo de 2012

PERAS AL OLMO


Me interesó bastante la reciente encuesta que se realizó en diferentes ciudades españolas con el fin de descubrir algo tan particular como es el conocimiento de científicos mundiales de renombre por parte de la juventud, incluida la que realiza estudios universitarios. Por si alguno no sabe el resultado les diré que Santiago Ramón y Cajal es un completo extraño para casi el 90% de los encuestados, compitiendo con Severo Ochoa (85%), Marie Curie y Galileo 70%. Se salva Einstein, cuyo nombre casi todos recuerdan por aquellos postes que  lo emparentaban con el Che Guevara, y que solían abundar en los cuartos juveniles, nunca supe si como admiración a su valor científico o a la rebeldía que desprendían el alboroto de su pelo y sus ojos encendidos.
Desconozco el interés y objetivo último de las autonomías en las que las encuestas tuvieron lugar, aunque es fácil imaginarlo: Ver hasta que punto la juventud actual carece o posee conocimientos sobre quienes han sido los pilares de la ciencia en el transcurso de la Historia.
Creo francamente que el resultado de estas encuestas no ha debido sorprenderles. Lo contrario hubiese sido una paradoja de carácter ilusorio. Con una simple ojeada en torno a su ambiente, el de los jóvenes encuestados, y de manera especial a los variadísimos tipos de educación que como resultado de cambios políticos vienen padeciendo (a mi humilde parecer deficientes todos en lo esencial) no se podía esperar nada distinto de los porcentajes obtenidos.
Para empezar, la educación no es, ni jamás ha debido ser, un asunto más de los muchos que los gobernantes tienen para solucionar. Es, junto con la sanidad, prioridad absoluta de un gobierno que funcione y de un estado que ejerza sus obligaciones con responsabilidad. En ella no debe contar ideologías, sean estas religiosas o políticas. Lo único importante es el conocimiento lo más amplio posible que conduzca al alumno a un pensamiento libre y racional. Un factor colateral puede ser la forma de mostrar el conocimiento para atraer la atención, utilizando para ello los medios tan valiosos que hoy poseemos. La música, el cine, y ni que decir tiene, la informática, pueden resultar básicos. Si se desconoce o minusvalora los medios sociales como Blogs, Facebook, Twitte, etc, habremos perdido la partida.
Con demasiada frecuencia el profesor, aún en el caso de ser una auténtica primera figura en lo suyo, olvida que los intereses cognitivos y emocionales de los alumnos no son ahora los que pudo tener él en su tiempo; aunque coincidan las edades en que ambos iban al Instituto o la Universidad. Con esto no quiero decir que sea el educador culpable de nada, si acaso víctima del cansancio que este desnivel cronológico y el sistema producen en él.
Pensemos, por ejemplo, los que tenemos o hemos tenido hijos adolescentes, en como fue aquél momento nuestro, cuando nuestra madre se extasiaba con las canciones de Concha Piquer mientras nuestras emociones se ponían al rojo vivo con los Beatles y Joan Manuel Serrat. O la emoción del padre que veía en la pantalla a Gary Cooper, con su sombrero vaquero y sus pistolas al cinto, y su hijo/a bebíamos los vientos por Robert Redford y las ironías grotescas de Woody Allen. Nadie interesa más cuando se es joven que aquellos que  promueven sensaciones o las estimulan, sean estas  de tipo físico o mental.
Para adquirir curiosidad hacia alguien que dedica sus horas a la investigación científica hace falta: o una gran publicidad, como en el caso de Hawkin, el físico del Big-Bang o bien el difícil encuentro entre un profesor enamorado de esa materia y un alumno receptivo. Dos factores por desgracia no muy abundantes.
Termino con lo que podría ser un mensaje de esperanza. Nada nuevo hay bajo el sol, aunque haya pesimistas natos que todo lo vean de un negro aterrador. Cuando he escrito que no se le pueden pedir peras al olmo es obvio que quiero decir que si arreglamos el sistema educativo, el joven encuestado que ahora no conoce a Galileo puede en el futuro ser el científico más destacado de su comunidad.

Ana  María  Mata   
Historiadora y novelista

6 comentarios:

Francisco dijo...

El poder abarca, controla y corrompe todo. Nada queda a salvo del monstruo político, que vivimos en estas épocas.
Gracias Ana, por compartir tu comentario.

Francisco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
garbiñe dijo...

El tan traido y llevado tema de la falta de cultura de los jovenes,del desastre de los políticos y los planes de estudios,del cansancio y falta de sintonía de los profesores.Nos hemos preguntado alguna vez si no somos en parte culpables de la sociedad que engendra todo ello?Hoy prima el dinero,el tener,la ambición.El señor culto no está de moda.Poco importa saber cuando y porque ocurrió la Revolución Francesa.Lo que importa es la competitividad ,el liderazgo,el llegar..Si un hijo dice que quiere estudiar filosofía pura o historia o alguna otra de humanidades..cuantos padres dicen:"Con eso no vas a poder vivir"Lo que se siembra se recoge.Efectivamente...es "Pedir Peras al Olmo"

Anónimo dijo...

Toni Cantó: 16-05-2012

http://www.youtube.com/watch?v=YPhF_onQh4g

Anónimo dijo...

El Ayuntamiento de Marbella repondrá 30.000 metros cúbicos de arena en sus playas

http://www.diariosur.es/20120524/local/marbellaestepona/ayuntamiento-marbella-repondra-metros-201205241312.html

Todos los años igual ...

¿ Para cuando nuevos espigones ?

Anónimo dijo...

El 26 de mayo de 2006 a las 13:03 horas, al final de su mandato como gobernador, la asociación de inspectores del Banco de España envió una "nota informativa" al Ministro de Economía alertando de la pasividad de los órganos rectores del banco central ante el "insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años de mandato del señor Caruana",1 2 relacionando la misma con el estallido de la burbuja del ladrillo que ocurriría algunos meses después.

http://es.wikipedia.org/wiki/Jaime_Caruana