2 de febrero de 2015

VOTOS Y ENGAÑOS

No me gustan especialmente los políticos. Se que esto puede ser una gran majadería o quizás una simple boutade. Por dos razones: la primera porque la mitad o más de los ciudadanos de ser preguntado diría lo mismo, y la segunda porque, ¿cuál es la alternativa disponible? Según Karl Popper, el filósofo, solo podemos elegir entre dictadura y democracia: “Y lo que nos decide entre ellas no es la excelencia de la democracia, que puede ponerse en duda, sino los males de la dictadura, que son indiscutibles. Ante el uso indiscriminado de la fuerza y el aniquilamiento del adversario, inherentes a las tiranías, al menos en democracia se presupone el diálogo y el respeto”. Quizás si Popper hubiera visto y oído algunos de los párrafos que se dedican los señores de Podemos, P.P y PSOE  opinaría de manera distinta…A veces el filósofo suele ser tan profundo como inocente.
 Estamos a punto de comenzar el combate. Preparado el ring, guantes casi puestos y público en espera. Los combatientes estudian sus golpes, y los obligados espectadores almacenan ya dosis de Lexatines para soportar la que les espera. Por partida triple, además, este año.  La Lozana Andaluza ha decidido ser la primera, que en orgullo y decisión no parece que exista quien le gane. Aupada –desde mi punto de vista exageradamente– por los medios con aquello del carisma, intenta aprovechar su momento estelar sin que nadie sepa muy bien las causas del estrellato. Da igual. En esto del mandar, lo que importa es gustar a quienes habrán de ser mandados. Luego, es casi seguro que Madrid le quedará más cerca.
Con las flores de mayo, se abrirán las urnas municipales. Bonito mes, con la sangre alterada por la primavera en esplendor. Todo habrá de parecernos más hermoso. También lo realizado por nuestros políticos antes del voto: asfalto de última hora, plazas, carriles, parques, arena de playas, piscinas…¡qué buenos son y como nos cuidan! ¡Y que guapos en sus carteles publicitarios, que intensa sus miradas al frente! Aproximadamente a la hora en que algunos rezábamos antaño el Rosario de la Aurora, nos inclinaremos ante la urna con idéntica devoción: Dios te salve, candidato, lleno estarás de gracia, pero no eres bendito porque se que al final me engañarás, como todos y como siempre. 
Con la caída de las hojas volveremos a encontrarnos con el carnet de identidad en una mano y la papeleta de marras en la otra. Será el triunfo definitivo de las urnas contra el cansado ciudadano. La hora de la verdad. Tendremos una Trinidad excelsa para el momento de la elección. Los de siempre, más el nuevo, que los suyos desean conocer también eso tan eufemístico de la “erótica del poder”. O séase, manejar el dinero como les venga en ganas, que para ello son los redentores y a ellos no se les rechista, se les adora. Ramillete precioso para escoger: “Tu eres viejo, y en decadencia. Tu, inexperto y charlatán de televisiones”. ¿Hay quien de más?
Ganarán los que mejor mientan y con más soltura manipulen a sus votantes. Y para ellos, no lo duden, echarán mano si hace falta de las Montañas Nevadas o  la Marsellesa. Del Cara al Sol o la Internacional
El detalle que no deberíamos olvidar es el de los largos cuatro años que después nos esperan. La obvia necesidad de Europa, pero también sus exigencias. Los mercados que se abrirán o cerrarán tras el veredicto de las urnas. Porque en el fondo, por mucho que pretendan engañarnos, todo se reduce a dinero. Dinero bien o mal gestionado. Necesitaríamos gestores honestos y a la vez inteligentes. Mirlos blancos. Economistas o no, pero buena gente.
Casi una Utopía, como la de Tomás Moro.
Cuando hay crisis económica el malestar social desemboca en desafecto a lo existente. La Historia nos ha demostrado que en las clases bajas ese desafecto discurre hacia el comunismo, mientras que en las medias tiende hacia el fascismo. Es importante no olvidarlo. Como pienso que lo es hacer un exhaustivo análisis, casi in extremis, antes de depositar los votos en este exceso de urnas.

Ana  María  Mata   
Historiadora y novelista


1 comentario:

Javier Gullón dijo...

No puedo estar más de acuerdo en todo lo que Usted dice.
Yo añadiría sólo una cosa más:
Todos estos años de crisis han sido desperdiciados por nuestros políticos, y también por nosotros mismos, ya que, en mi opinión, es necesaria una auténtica refundación del Ser Humano, actualmente en clara regresión cultural, suponiendo una auténtica agresión para la Tierra.