Ahora que todo está tan difícil, porque algunos se empeñan en que así sea; nos sigue quedando el mar. En un invierno que se nos está haciendo a los de aquí algo pesado por el frío y el constante cambio del tiempo, he podido aprovechar un par de días para hacer algunas fotos. No sé cómo me las apaño pero siempre saco al mismo señor con su barca saliendo a pescar o de regreso al puerto, tiene que ser el destino, digo yo. Las gaviotas las tengo muy explotadas, pero es que me posan tan bien ... De momento os dejo las dos fotos, en otra ocasión os escribiré alguna cosilla más.Órfilo
Amigos bolivianos de uno u otro lado de la media luna no vendría mal que recuerden una de las sabias frases de Indira Gandi: CON EL PUÑO CERRADO NO SE PUEDE INTERCAMBIAR UN APRETÓN DE MANOS. Dialoguen y ofrezcan sus manos abiertas.Kantuta
Después de todo el jaleo de presentación, entrevistas, fotos y demás saraos que conlleva la publicación de un libro, vuelvo, como dijo Machado “el español donde solía”, o sea a este blog donde tan divertido me resulta escribir. A los amigos que me felicitaron e incluso acompañaron el día del evento, gracias de corazón. No sé si ya os dije que para mi escribir es ante todo un medio, el que mejor conozco, de comunicarme con mis paisanos y todo aquel con el que tenga algo en común, en especial ideas y sentimientos.
Deciros que ya tengo en mente lo próximo en que espero trabajar, pero no adelanto nada para mantener la tensión y por aquello del gafe, por si se estropea. Lo iré contando poco a poco. De momento creo que mandaré a la prensa local de vez en cuando algún artículo relacionado con nuestros problemas cotidianos, y si me apetece, con los libros o la literatura. El viernes pasado salió el primero, al que llamé “Marbella y sus viejos”, en relación con la necesidad de agilizar la construcción del geriátrico en los terrenos cedidos por Mateo Álvarez en el Trapiche del Prado, todavía en manos de los conductores de coches de caballos. Creo que es necesario un toque de atención.
Marbella sigue necesitando muchas cosas, pero hoy, para empezar, dejad que hable de la película, que seguramente habréis visto: “Revolucionary road”, en la que dos monstruos del cine se tiran los trastos para hacernos ver las mil dificultades que la convivencia acarrea, además del natural desgaste de los años. A pesar de mi conato de feminismo, en esta ocasión creo que ella, la protagonista tiene un problema interior, arrastrado de la infancia que en la película no aparece, pero sí en el magnífico libro de Richard Yates en el que se basa el guión. Los sueños, como las ilusiones (es opinión personal) son magníficos siempre que haya una pequeña base que los sustente. De no ser así se convierten en obsesión sin más. Y me parece que a la chica en cuestión le vendría bien las palabras que se leen en “El Principito”, la obra inolvidable de Saint Exupery: “No llores por el sol, no sea que las lágrimas te impidan ver las estrellas”.
No sé que pensaréis al respecto, me gustaría alguna opinión.
Y por hoy, como comienzo, esto es todo. Seguiremos en contacto. Un abrazo mientras esperamos que el tiempo mejore y deje de caer tanta agua y tanto frío.
Ana María MataHistoriadora y novelista