21 de diciembre de 2009

DÍAS DE CINE

Iba a comentaros mis sensaciones una vez ingresado en la lista del paro, pero va tener que esperar. Prefiero una de aventuras.
El pasado domingo llevé a mi hijo y una amiga, ambos de cinco años, a ver la película "Planet 51".
Mi cuerpo no estaba para muchos trotes ya que andaba con malestar general, pero sin fiebre. Aun así era mejor salir de casa y dar una vuelta. A pesar de ser domingo, día lluvioso y que se acababa de estrenar la superproducción "Avatar", no había cola. LLegamos con diez minutillos de antelación así que compramos las palomitas y el agua, cogieron sus respectivas alzas y nos fuimos para la sala 7 al fondo del pasillo. Grandes números serigrafiados en las paredes indicaban cada sala. Fila 8, números 10, 11 y 12... "¿Pero, será tonta la taquillera? Me ha dado los números partidos por el pasillo. ¿Cómo voy a dejar solos a los niños?" Como la sala esta bastante vacía decido usar el asiento que está junto al de ellos. Colocamos las palomitas en equilibrio inestable, las botellas de agua en sus respectivos compartimentos pajitas incluidas y a esperar que empiece la película. Un trailer, otro de una película de miedo, "¿Pero a qué cabeza se le ocurre mostrar este tipo de trailers antes de una película infantil?". Un trailer más; el aviso de que apagues el móvil. La amiga de mi hijo pregunta por cuarta vez cuando empieza la película. Parece que por fin, pero... ahora son anuncios de los negocios del centro comercial.

Por fin. Ya empieza. Se apagan las luces por completo, en la pantalla una mujer se acerca a una tétrica casa, ... , un momento, ¿cuando salen los dibujos animados?, les digo a mis dos pequeños acompañantes que esperen un momento que voy a comprobar una cosa... rápidamente salgo de la sala y al lado de la sala hay un gran número 7, pero todavía más cerca hay un número 6. Maldición, vaya metedura de pata. Entro a por los pequeños y los encuentro con sus enormes ojos muy abiertos y las palomitas al borde de sus bocas pero sin llegar a entrar. Por suerte consigo sacarles del hechizo hipnótico y los llevo rápidamente a la otra sala.

Los dibujos animados de la peli están muy bien hechos, los golpes de humor, como suele ocurrir son más para adultos que para niños, pero también se ríen con las extravagancias de los marcianos. Sólo un pipí inesperado de última hora nos distrae ligeramente pero basta con una simple entrada en boxes.

FIN.

Espero que durmieran bien esa noche.

Arturo Reque Mata.
Arquitecto

14 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO

Tertulia en Marbella
(Dibujo de Samuel Reque. 5 años)