18 de noviembre de 2008

MARBELLA, CIUDAD ABIERTA. EDICION DIGITAL

Estimados amigos.
Gracias a todos vosotros hemos superado la cifra de las 2.000 visitas al blog. En agradecimiento, a partir de hoy se va a publicar semanalmente y por capítulos la novela de Ana María Mata "MARBELLA, CIUDAD ABIERTA".
Podréis descargárosla gratuitamente del blog con un simple click.
Espero que disfrutéis con esta preciosa novela. Seguid atentos a nuestras publicaciones.
Saludos,
Marbella_te

El desarraigo es un sentimiento terrible que anida en el corazón del hombre y, en ocasiones, hace más ostensible su soledad. Para combatirlo, Tomás, el protagonista del relato decide volver a la tierra en donde vio la luz y de donde procede. Es allí, en la ciudad ahora engrandecida donde recorrerá un camino tortuoso que habrá de llevarle a situaciones inesperadas y extrañas.
Novela paradigmática en lo que se refiere al encuentro entre dos mundos diversos que a la fuerza habrán de entrar en colisión.
Marbella como centro del enigma. Una ciudad emblemática. Unos personajes creados a su medida que evolucionan paralelamente a la transformación de la ciudad.
Amor, odio, avaricia y lujuria se dan la mano en las páginas de esta novela inquietante.

9 de noviembre de 2008

UN POCO DE CINE Y LIBROS


Me gustaría comentar hoy en el blog (en el que por cierto, hace tiempo que no escribo por estar terminando mi nueva novela) una película que proyectaron la semana pasada en el cine club del Instituto Río Verde. La película en cuestión se llama “Los falsificadores”, y parece ser que fue galardonada con el óscar a la mejor película extranjera el pasado año; también el actor principal tiene el premio al mejor actor que otorga el festival de cine de Valladolid, la popular “Seminci”. Confieso mi primer recelo antes de verla, porque es ya mucho el cine que tiene como argumento algún pasaje, más o menos conocido, de la historia desgraciada de los nazis en Alemania. Además unos día antes había visto la versión de “El niño del pijama de rayas”, que, como el libro, produce una impresión dramática de un hecho, que si no fue real, bien pudo haberlo sido, transportándonos a otra cara de lo que fue la horrenda actuación de unos desalmados fanatizados por el espíritu demoníaco de Adolf Hitler.

“Los falsificadores” vuelve a la carga en lo referente a la crueldad con los judíos deportados a campos de exterminios, separados de sus familias y sometidos a toda clase de vejaciones por los que en ese momento parecía vencedores. Lo curioso de la película es el apartado desde el que lo hace : Unos hombres especializados en tareas relacionadas con el trabajo de imprenta, fotografía, fotolitos y demás técnicas que tenían algo que ver con la falsificación. En especial uno de ellos, el falsificador más famoso de Berlín, a quién conducen a un campo especial, donde junto a otros colegas, son tratados de forma distinta, con más cuidado, con el fin de obtener de ellos el objetivo que persiguen : falsificar libras, primero, y a continuación dólares, para poder financiar el final de una guerra que está agotando sus arcas monetarias. Creo que lo destacable de la película es la diferencia de sentimientos entre los que trabajan en la falsificación, especialmente un joven comunista que se niega a colaborar para no ayudar al fascismo nazi. Eso significa prácticamente una sentencia de muerte segura, por lo que sus compañeros le empujan a hacer su trabajo. El tema está entre la supervivencia y la ideología, o lo que es igual, entre la responsabilidad moral que marca la conciencia de todos ellos. El final, aún siendo casi feliz, por la llegada de los aliados, no excluye el terrible dilema que la película encierra : la cobardía, la moral o la muerte.
En fin, una buenísima película que da mucho para pensar, al tiempo que observa un ángulo desconocido de la terrible segunda guerra mundial..

Ana maría Mata
Historiadora y novelista

8 de noviembre de 2008

ARTISTAS ANÓNIMOS


Manín nos envía esta bonita foto que simboliza a los artistas anónimos que nos cruzamos todos los días por la calle.
Suerte a todos ellos.

4 de noviembre de 2008

PUENTE AÉREO GINEBRA-MARBELLA

Sala de espera del aeropuerto de Ginebra. Terminal B. Seis y media de la mañana. Vuelo 3214 Easyjet con destino a Málaga. ¡Valiente madrugón! No importa, ya dormiré en el avión; o me tomaré una siesta bajo el elefante de la playa de la Fontanilla. Tengo unas ganas de comerme unos boquerones con un pincho de tortilla y un tinto de verano, o de otoño, o de invierno… Y de ver el Mediterráneo, pasearme a su lado, soñarlo despierta. Y de disfrutar de la luz casi omnipresente, de recorrer Ricardo Soriano saludando a algún que otro viejo amigo, de tomarme un cafecito en el casco antiguo o de comprar pipas en el kiosko de la Alameda. Pero más que todo eso, mi corazón sonríe porque voy a besar a mis sobrinos, abrazar a mis padres y hermanos, llamar a mis amigos de siempre. Mi móvil recoge ahora nombres como mamá, Rodrigo, Susana, Toñi, Andresillo, Adelina, Rosario, y parece que se ha contagiado de la algarabía sureña, sonando alegre al ritmo andaluz. ¡Estoy en mi tierra natal!


Sala de espera del aeropuerto de Málaga. Terminal A. Tres y media de la tarde. Vuelo 0425 Easyjet con destino a Ginebra. ¡Qué bien que el avión salga a una hora decente! Además, así llegaré a Ginebra casi de noche y no me entrará el “yuyu” de las comparaciones climatológicas. Estoy contenta de retomar mis clases, con las pilas cargadas del sol marbellí. El fin de semana me han invitado a una fondue unos compañeros del colegio, cómo me gustan esas veladas tranquilas, con sabor a vino francés y olor a queso suizo. El lunes que viene toca la conferencia de psicosofía, espero no perdérmela. Me apetece mucho seguir con mi terapia acuática semanal, en la piscina calentita de Beau-Séjour. También pronto tengo prevista una cena en l’assiette genevoise, a ver qué nuevo restaurante descubrimos. Mi corazón vuelve a sonreír con esos pequeños proyectos mentales. Mi contestador contiene ahora nombres como Beatriz, Antonietta, François, Thuy, Chantal, y parece que se ha impregnado de ese aire multicultural que tanto me sedujo cuando aterricé en Ginebra por primera vez. ¡Estoy en mi tierra adoptiva!

Ana Reque