(Artículo publicado en el diario Marbella Express)
Hasta es posible que todo empezara con la célebre frasecita del Génesis : “Y Dios creó a la mujer de la costilla del hombre…” hecho que ya en mis tiempos infantiles me repateaba bastante, por la sencilla razón de que, ya puesto, ¿Qué le hubiese costado al Omnipotente sacarnos como al primer varón de la nada? Y no de este extraño modo que, además de humillarnos, nos colocaba desde los tiempos primeros y para siempre dependientes de ellos, como un apéndice saqueado de su flamante anatomía, esa maldita costilla que con elevados intereses nos hacen pagar como si en vez de un hueso vulgar hubiese llevado incrustado un valiosísimo diamante.
Que la historia de la humanidad está escrita dentro de los más estrictos parámetros del machismo es algo tan universalmente aceptado que no haría falta traerlo a colación, de no ser porque también es conocido que a partir del siglo XIX las mujeres decidieron, lentas pero muy mentalizadas, que algo tenía que cambiar para poder adquirir al menos, los más elementales derechos que se les negaba. No es mi intención exponer aquí, con más o menos erudición la Historia del Feminismo, porque, aún conociéndola bien, creo que no es interesante para el tema que deseo tratar. Hemos conseguido bastantes logros desde que Clara Campoamor, en España, luchase por el voto femenino. La mujer trabaja fuera de casa (además de dentro, claro está) y ha llegado a posiciones socio-laborales muy positivas. No puede negarse los avances alcanzados, sino felicitarse por ellos.
La cuestión que quisiera plantear es otra cuyo origen, ya he dicho, puede venir desde el Génesis, pero nunca nadie, ni los más retrógrados medievalistas, podían
imaginar que ocurriese en cualquier lugar del planeta en pleno siglo XXI.
La noticia que los medios lanzaban esta mañana hablaban del asesinato de dos mujeres que conformaban la tremenda cifra del número 30 en lo que llevamos de año. Lupe tenía 41 años y vivía en Pruna, localidad de Sevilla. Farida tenía 47 y vivía en Salt, de Girona. Ambas murieron apuñaladas por sus parejas. Las dos habían relatado las agresiones que sufrían a sus allegados, pero no a la policía. En Marbella el nuevo juzgado para la violencia de género lleva registradas desde Enero 200 diligencias sobre el mismo tema.
¿Qué ocurre en países que llamamos civilizados para que el maltrato a la mujer sea tan frecuente y acabe en muchos casos en muerte? ¿Cómo es posible que no encontremos la forma de atajar este enorme y horrendo problema? Ojalá supiera alguno de los que trabajan en ello algún método eficaz, pero mientras, día tras día nos despertamos con hijos que asisten en directo a la masacre que padres y parejas perpetran contra sus madres y a la impotencia y desgarro que ello supone, junto a la marca indeleble que les quedará para el futuro.
Nos estamos, por desgracia, habituando a ello. Sin observar con detenimiento que esos hijos pueden, de golpe, transformarse en dos cosas muy distintas : en justicieros por su cuenta ante la lentitud de lo oficial, o lo que es peor, (si el maltrato ha sido lento y cotidiano,) como un gota a gota quirúrgico, en nuevos maltratadores, imitadores casi involuntarios de lo que han visto desde su infancia.
El hombre maltratador puede llevar interiorizadas varias personalidades contradictorias. La más común, la del varón cuya masculinidad posee supervalorizada y teme perderla a la vista de los demás si actúa con lo que cree debilidad. La del patán a quien educaron en la idea de que la pareja la forma un amo y su sierva. La del rechazado ( por carácter o falta de entendimiento) que no admite que a quien creía “suya” por matrimonio-compra, pueda ser ni siquiera en hipótesis de otro. Y por supuesto la del psicópata puro, cuya tendencia mantuvo escondida hasta tener la oportunidad fácil de sacarla a la luz.
Son muchos, muchísimos, los factores que influyen en esta larga cuenta de crímenes. Tal vez la esencial sea la educación que se recibe. La que se vive en familia cuando la relación no alcanza un sentido igualitario. Cuando se aprende desde la cuna que papá es el importante, el jefe, al que hay que tratar de forma especialísima. Y que mamá, aunque trabaje de igual manera, es la segunda en categoría, la débil, la que ha de ser por naturaleza y tradición “ luz del hogar”. Cuando la mujer denuncie al primer empujón, por pequeño que sea, cuando no tema la soledad de criar hijos sin padre, y cuando no crea la repetitiva mentira del “perdóname, no lo haré más”, habremos evitado una víctima, al menos, en la fatídica estadista existente.
Ana María Mata
Historiadora y novelista
7 comentarios:
Ni Bibiana Aído lo hubiera escrito mejor
El telefóno 016 es gratuito y funciona las 24 horas del día.
Además no deja rastro en la factura.
La víctima puede llamar con la seguridad de que su agresor no conocerá nunca que ha marcado estas tres cifras.
Al otro lado del teléfono encontrará apoyo e información sobre cómo actuar en su situación y sobre las ayudas que puede solicitar.
-----------
Mejor no comento lo que pienso y deseo a los maltratadores porque ...
Teléfonos de violencia
*
¿Qué es el teléfono 016?
*
Servicios ofrecidos por el 016
*
Teléfonos de información de Comunidades Autónomas
*
Informe sobre uso del 016
http://www.inmujer.migualdad.es/violencia-mujer/telefonosviolencia.html
El que maltrata a su mujer, ya sea física o psicológicamente, no merece más que el mayor de los desprecios y el peor de los castigos. La mujer es el elemento verdaderamente importante, ya que engendra vida, y sin ellas no existiríamos ninguno de nosotros.
Esperemos que los modelos educativos orienten debidamente a las futuras generaciones y les enseñe que la mujer y el hombre forman un conjunto coordinado con los mismos derechos y deberes.
Mientras que no se eduque en igualdad hay poco que hacer. Y digo educar a niños y niñas en igualdad. Ultimamente observo muy mala educación en las niñas, es como si quisieran asumir el rol masculino en lo negativo, pensando quizas que por ser mas fuertes van a estar menos sometidas al machismo que queda.
En general considero a los maltratadores enfermos mentales
Tarjeta roja al maltratador
http://blogs.terra.es/blogs/rincondelibros/archive/2010/11/25/tarjeta-roja-al-maltratador.aspx
Solo el 28% de las asesinadas había denunciado a su agresor
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Solo/28/asesinadas/habia/denunciado/agresor/elpepisoc/20101231elpepisoc_2/Tes
Publicar un comentario