Tras leer el artículo de opinión de Juan de Dios Gámez publicado en el diario Marbella Express bajo el título “Nacimiento de un Sentimiento”, también a mi me han venido recuerdos de aquellos años donde muchos domingos por la mañana acudía con mi padre y mi hermano a ver partidos del C. B. Marbella. Pertenezco a la generación que, influenciada por la medalla de plata de la Olimpiada de los Ángeles, decidimos dejar el fútbol y buscar nuestros nuevos ídolos entre los grandiosos jugadores de baloncesto que dominaron aquella década, léase Michael Jordan, Magic Jhonson, Abdul Jabbar, Larry Bird o Isiah Thomas. Nuestras carpetas de estudiantes eran reflejo de aquellas figuras.
En España teníamos nuestros propios personajes del mundo de la canasta con Fernando Martín y Epi como principales estrellas bien secundadas por los Corvalán, Villacampa, Iturriaga, etc.
Pero lo que me ha llevado a escribir estas líneas ha sido el recuerdo de nuestros replicas locales a las mencionadas figuras del momento. Me vienen a la memoria Pedro, base bajito y electrizante, que además fue profesor mío de educación física en el instituto; “Chotis” como escolta, Juan de Diós como alero de gran tiro lejano, Ramón, alero de gran poderío físico y Tamayo como pívot a lo Romay. Por supuesto hubo otros tantos que les acompañaban y complementaban y nuevas generaciones que iban cogiendo el relevo. Lo bonito de todo esto era que se trataba de personas tan normales como nosotros pero que durante el partido se convertían en nuestras estrellas particulares a las que apoyábamos con todas nuestras ganas e ilusión, trompeta de plástico en mano y bolsa de pilas en la otra.
Que tiempos aquellos. Que buenos ratos hemos pasado.
Arturo Reque Mata.
Arquitecto y deportista.
2 comentarios:
No sé si estaremos hablando del mismo Pedro, pero si es así, conocí a un Pedro, muy buen base, que jugaba en El Palo, cuando yo jugaba en el equipo del colegio San Estanislao; sí, por mucho que te extrañe, por mi baja estatura, estuve federado y jugando al baloncesto en las categorías de alevín, infantil y cadete. Hice buenos amigos por aquellos tiempos, que después llegaron a jugar en equipos muy importantes. Por aquellos entonces nos entrenaba un tal Damián, estudiante de Económicas, que llegó a entrenar durante una temporada al Unicaja. Ahí es nada.
Despúes me aficioné tremendamente al balonmano, tal vez porque Marbella tenía un equipazo por aquel entonces, con mis amigos Paco Aranda, Fernando, Javi Sánchez, Pepe y otros más.
Yo nunca he sido deportista ni seguidora de deportistas. Aunque me ha gustado mucho leer tus recuerdos a proposito de ello.
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