Cotizadas como el oro, las tejas árabes viejas, por su tono, por su sabiduría después de tantas aguas, ramas y pájaros posados sobre su rugosa textura. Ya no las pillan con el paso cambiado, saben que sobrevivirán a todo, dejando resbalar el agua, sintiéndose masajeadas por el roce mágico del sedoso líquido.
Órfilo Aranda
2 comentarios:
Gracias por la aportación fotográfica y literaria. A ver si se anima alguién más y nos envía alguna colaboración artística: foto, relato, poema, dibuj;,o cualquier impresión personales, anécdota, opinión, etc, del día a día.
Me gusta la composición de la foto. Los cremas y ocres sobre azul me producen serenidad. El texto muy adecuado.
Te enviaré una foto
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