15 de agosto de 2010

UNA DE PALETOS Y REFINADISIMOS

(Artículo publicado en el diario Marbella Express el 14 de agosto de 2010)

Parece mentira pero no nos damos cuenta de lo que el calor explosivo afecta a los humanos. Hasta ahora creíamos que lipotimias, deshidratación, diarreas y sudores eran los síntomas más frecuentes, olvidando que el cuerpo es, en el fondo el envoltorio del alma (recuerden el catecismo) o lo que viene a ser igual, el receptor de las neuronas cerebrales, y esto, amigos míos, ya es otro cantar. Para advertir lo dicho, no hay más que fijarse en lo reseñado en alguna prensa nacional los pasados días. Quien iba a imaginar que las vacaciones de una distinguida dama, casualmente esposa del mandatario americano, produciría tal cantidad de tonterías, bobadas, ridiculeces y mentiras gruesas como puños. Es el calor, oigan, el calor que derrite a veces lo contenido en el interior de la corteza cerebral y como consecuencia, personas a las que creíamos sensatas y hasta inteligentes comienzan a escribir y hablar como niños enfadados e incluso como adolescentes haciéndose los graciosos.

De manera especial observo con deleite la última consecuencia de lo escrito arriba :al parecer la visita en cuestión, mire usted por donde, ha servido a la nación en general, y a unos pocos “especialistas” en particular, para definir con categoría de dogma donde empieza y donde acaba el territorio de los “refinados” y el de los “paletos”. Transformados en jueces de ética y estética a la vez, han diagnosticado con firmeza y complacencia que de Despeñaperros para arriba están los “refinados”, o sea, los que ni son chauvinistas, ni horteras, y además sabrían como nadie tratar a personajes públicos de alta categoría, a quienes, por lo que dicen, no les ofrecerían siquiera la mano tendida, sino la espalda, con tal de que no pensasen que les alegraba o interesaba su visita. En concreto la señora Rosa Díez olvidaría por unos días su forzada sonrisa vertical y se dedicaría a visitar el hospicio de las Hermanitas de los Pobres

Bajemos hacia abajo. Los andaluces perteneceríamos (según el canon anterior) a una clase distinta: las de los “paletos”, aquellos que con expresividad racial homenajean a los invitados y hasta le regalan garrafas de aceite de oliva. ¡Terror! Aceite de oliva y no angulas de Aguinaga, mantón de Manila en lugar de una buena boina o un bastón cántabro…¡Que bochorno señores, qué bochorno¡ exclamaba con sutil majadería el sin par Antonio Burgos, en unas líneas sin desperdicio, en las que escribe cómo hemos mostrado lo que según él más odia de Andalucía, a saber, tópicos como la zalamería, el gracejo y los cantes que no son flamenco puro y duro.

Cuidado con la memoria, señor Burgos, y sobretodo con las contradicciones. Permítame recordarle que su estilo llamémosle literario o periodístico se basa expresamente en la “grasia” andaluza que usted cree poseer a raudales en palabras, ,frases, expresiones y hasta lo que vulgarmente llamamos “palabrotas”. Que sus líneas en ABC están repletas de ellas y que incluso en el artículo donde critica el recibimiento a la obamesa abusa de giros que van por idéntico camino.

No sé de donde ha sacado el cuento tonto de que la señora Michele mandó cambiar los muebles de la suite para que le pusieran la habitación llena de camas, al más puro estilo Harlem. Es una anécdota tan vulgar y mala que no corresponde a un periódico tan tradicional y educado como en el que escribe. Infórmese mejor, o guarde silencio, no todo vale para la risa.

Y si critica los tópicos resulta curioso que a renglón seguido diga que le sirvieron Nueva Cocina en lugar de boquerones, sardinitas y puntillitas en adobo. Debería aclarar sus conceptos antes de ponerlos sobre el papel, porque o bien cree que la “grasia” gaditana y sevillana le insufla cuanto escribe o que el lector casi babea, de puro idiota.

No imaginábamos los ciudadanos de Marbella que la elección de la citada señora les iba a dar tanto partido para sacar de un verano aburrido. Exprésele a la señora Díez mis condolencias por el pobre resultado electoral anterior y –con frasecitas como la dicha sobre este tema- creo que el siguiente.

Han encontrado su Monstruo del Lago Ness particular y entiendo que lo aprovechen. A mi también me divierte contestar a tonterías sin sentido. Me evita horas de sol perjudicial para la piel.

Marbella, bien, gracias. Como nunca. No hay espacio ya para los envidiosos.

Ana María Mata

Historiadora y novelista

4 comentarios:

Anónimo dijo...

http://es.wikipedia.org/wiki/La_Sonrisa_Vertical

;p

Órfilo M. Aranda dijo...

Amiga mía, me encanta ser un paleto, y más que nada, un paleto de Marbella.

La envidia es muy mala para el que la tiene, suele ir ligada a la incompetencia, y esto último tiene difícil cura.

Un besito.

Marian y Cesar dijo...

' o bien cree que la “grasia” gaditana y sevillana le insufla cuanto escribe o que el lector casi babea, de puro idiota. '

Esta claro que lo segundo.

Y respecto a UPyD, he tenido la oportunidad de observarlo desde dentro y cuidadín que no es oro todo lo que reluce.

A palabras necias...

Anónimo dijo...

Lamentable :

http://www.latribunademarbella.com/noticia/19734/Local-Marbella/acosol-contrata-limpieza-blanqueo-150-arquetas-estaciones-bombeo.html

y

http://www.latribunademarbella.com/noticia/19760/Cartas-al-Director/problemas-convivencia-algunas-playas-marbella.html

:(