Mientras nuestros hijos nos entreguen felicitaciones tan hermosas como la que os comparto sabremos que hay futuro y hay esperanza. La mirada inocente de un niño permite vislumbrar luces en el camino, especialmente en una época de la historia llena de hostilidad y falta de convicciones. Donde los adultos nos sentimos manipulados por los que están en el poder y donde la realidad nos la muestran manipuladas día tras día
Me llena de orgullo que mi hijo, a sus seis años, sepa identificar lo que es bueno para todos por que vea la ilusión en los ojos de su padre; que se implique el mismo y que lo vea como algo que compartir juntos en el futuro.
Gracias hijo. Claro que sí, lo disfrutaremos juntos muy pronto.
Arturo Reque Mata
Arquitecto
2 comentarios:
Cada vez me parece más interesante tu página y sobre todo con la incorporación a ella de pequeños tertulianos como tu nieto. Es muy tierna la felicitación.
De acuerdo con el anterior comentario.
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