20 de febrero de 2015

ES LA GUERRA



Créanme que no se me ocurre otro símil más apropiado para el artículo de hoy. Es verdad que igualmente podría haber escrito “Hastío”, “Descaro”, e incluso “Desvergüenza”. Cualquiera de ellos hubiera servido para expresar lo que muchos pensamos sobre el espectáculo que, si Dios no lo remedia, habremos de soportar desde ahora hasta octubre o noviembre, y digo desde ahora porque los tiempos fijados son una simple oficialidad más teórica que práctica, explíquenme si no como llamamos al desbarajuste político de los últimos días.
Lo llamo “guerra” y no creo exagerar. Ustedes saben, y servidora también, que en tiempos de guerra lo único que importa es la guerra misma. Del mismo modo, las estratagemas, el espionaje, los pactos, alianzas extrañas y hasta los desertores. Por el contrario, trabajo, escuela, leyes, cultura y hasta alimentos, son secundarios para los guerreros. Interesa ganar al contrario, y si es posible aniquilarlo. Importa vencer y hacerse dueño de lo que viene después, por lo general, el poder, el mando. Ese es el verdadero objetivo.
Pues bien, en esas parece que estamos. Por mucho que las urnas aparezcan al final y consigan, o lo intenten, la sublimación de este tiempo descarnado. Mientras, no hay ni habrá día que no nos despertamos con algo como, por ejemplo, lo sucedido en Madrid con la elección del candidato a presidir en la comunidad el PSOE. El actual secretario general Sánchez decide de golpe rechazar  a Tomás Gómez  y proponer alguien distinto, ya que las presuntas “maniobras” de Gómez en Parla no le parecen claras y transparentes, aunque no aparezca como imputado. La decisión sería hasta encomiable de no ser por la diferencia de criterio que mantiene el partido en dicho terreno. Ahí está su colega de siglas (pero no parece que mucho más) la Lozana Andaluza, conservando como aforados a Griñán y a Chaves cual inamovibles joyas de una corona que me temo empieza a hacer aguas por las desavenencias internas y la codicia soterrada. Susana Díaz mantiene una campaña de exagerado carácter presidencialista, protagonizada solo por ella. A veces recuerda al Rey Sol, aquél Luis XIV, que pronunció lo de “el Estado soy yo” y se quedó tan pancho…Fotos van y fotos vienen, amores locos y verbales por su tierra de la que olvida que es también la de muchos andaluces a los que más que frases les hacen falta hechos, como escuelas, ambulatorios y hospitales. Me gustaría saber que realizaciones concretas dignas de mención lleva realizadas desde que tomó el mando y comenzó a sonreír a todas horas.
El partido de la Tele, perdón, PODEMOS, no le va a la saga. La desvergüenza de Monedero la quieren solucionar apartándolo ligeramente de las fotos y pantallas que tanto aman. Al error de negar las cuentas ocultas, sociedad fantasma y demás chanchullos se une la insistencia en seguir pregonando la limpieza absoluta y el interés por los que tienen menos. Craso error si no predican con el ejemplo. La demagogia como estratagema electoral es demasiado vieja y anacrónica, parece mentira que quieran usarla ellos, que van de modernos salvadores. Errejón tampoco salió bien parado que digamos con lo de su beca, su investigación y su simple caradura. Echenique no está por la labor del sí, wuana , médula esencial para los discípulos de Iglesias, y se distancia del jefe, no haciendo suyas todas sus consignas. Guerra interna también.
CIUDADANOS, claro está, trata de extraer partido de embrollos, corrupciones, y demás estrategias sucias de los otros.  Su líder, del que mi nieto dice que tiene gran parecido físico con Iker Casillas, no sé si parará goles tan bien como lo hacía el portero madridista antes, o tan mal como ahora, pero lleva la ventaja de haber aparecido el último y sin saber mucho de él fuera de Cataluña. Asunto nada baladí en lo que respecta igualmente a quienes pueda llevar en su equipo, exceptuando al economista Garicano. Su aparente tranquilidad le favorece, aunque la feroz Ana Pastor le diese puyazos a gó-gó con un antiguo militante, nada limpio, hoy en Europa.
Si dejo para el final al P. POPULAR es por el aburrimiento que producen sus actuales figuras, quemadas por los Gúrtel, Bárcenas, Rato y demás, incapaces de coger el toro por los cuernos y obligar por nueva ley a devolver lo robado antes de salir de cárceles tan merecidas. Incapaces de solucionar el paro y repitiendo ad nauseam que el país va mejor, ya que  la señora Merkel obliga a decirlo.
Izquierda Unida es ya casi una reliquia con olor a moho para algunos, como la ínclita                 
Tania Sánchez  que abandonó pareja y partido de un solo golpe. Desertores habemus.
Y de Rosa Diez, hay quien asegura que ella es en realidad todo su partido. Y debido a su delgadez, casi está difuminada. Perdió su tren, a favor de Ciudadanos.
Panorama bello, como ven, modélico en formas, decoroso con sus contrarios, todos con magníficos y amplios programas bien expuestos, claros y estimulantes, gritos y  brazos amenazantes incluidos. Visión de la ordinariez generalizada. Del pensarse unos y otros que el país está formado por cretinos a los que mentir sonriendo.
Ninguno sabe cuales son las necesidades más urgentes de las diversas comunidades. Repiten como aburridos papagayos lo que llevan diciendo desde que entraron en política y se observan entre sí para saber de que lado deberá ir la crítica al contrario. Creen en el fondo que todo vale, porque para ellos, ya lo dije, más que elecciones, imaginan que están combatiendo en una guerra.

Ana  María  Mata
Historiadora y novelista





                   

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