18 de noviembre de 2013

¿BICICLETAS CONTRA MOLINOS?



 En esta lucha de poderes de la bicicleta contra el coche o de la primera contra los viandantes, en el caso de nuestro paseo marítimo, es una realidad el empuje imparable del uso de la bici como medio de transporte. Cuestión que no es óbice para plantearnos porque el español es tan reacio a coger un ciclo para trasladarse a su trabajo o realizar sus tareas. Y no hablo de que todo el mundo tuviera que hacerlo, que haya que elegir y desterrar al coche. Hay gente que no puede elegir medios sostenibles, bien por la distancia, bien porque los servicios públicos de transporte no le dan la posibilidad o bien porque sus circunstancias se lo impiden. Me refiero a aquellos trayectos urbanos que realizamos con menos de cinco kilómetros y que bien pudieran hacerse en bicicleta o incluso a pie, también sostenible, y que pese a no tener impedimento  escogemos nuestro vehículo a motor.

Dicen que los españoles somos muy quijotistas y como tales necesitamos de nuestro caballo para representar todo nuestro ser social. En la actualidad ese caballo se ha convertido en nuestro coche y para muchos es todo un distintivo de nuestro estatus social para el que realmente lo tiene por su escalafón social, patrimonio o cuna y para el que no lo tiene porque le permite aparentar un poderío del que carece. Esta dinámica se vio aún más acentuada en la época del boom inmobiliario donde los coches de gama alta eran un bien accesible a casi todos y estos eran, además de un reflejo de ese estatus real o aparente, un reflejo de la época de opulencia que vivíamos. 

En Europa esto no está tan acentuado y lo mismo ves a un alcalde o un presidente de una gran empresa que va asiduamente en bicicleta al trabajo que a un operario. No está relacionado el uso de la bicicleta con el estatus social y, por tanto, favorece su uso. También tiene que ver que existe otra conciencia, multitud de carriles bici y muchas medidas que desincentivan el uso del coche y que lo hace muy gravoso. Hay estadísticas que avalan el cambio de paradigma. En el mundo se fabrican más de 100 millones de bicicletas anualmente, tres veces que el número de automóviles. En Canadá, Alemania y China son tomadas en cuenta como medio de transporte. Holanda quizá es un país abanderado en el tema de las bicis. Con 17 millones de usuarios del ciclo casi equivalente a su población y 30.000 km. de carriles bici, tienen un examen de conducción de bicicletas a las 9 años, el uso de este medio supone el 27% de los desplazamientos que hacen a diario y tienen políticas de gobierno específicas para este medio. Son algunas de las curiosidades de esta país amante de las dos ruedas.

En España y, más concretamente, en Marbella, ciudad donde vivo, deberíamos de cambiar esa conciencia y pensar que el cambio de paradigma energético, el cambio por una mayor sostenibilidad debe empezar por nosotros y muchas razones existen que apoyan mi demanda de un mayor uso de los dos pedales. 

La bicicleta es un medio de transporte ideal para una urbe demasiado dependiente del coche. Te permite trasladarte en muy poco tiempo por toda la ciudad, ahorrarte los estreses de las colas y el tráfico a motor, aparcas con facilidad donde vayas, es una actividad saludable puesto que además de trasladarnos nos permite ponernos en forma, ahorramos dinero al no consumir combustible y lo más importante de todo es que es un medio de movilidad sostenible. Con su uso descongestionamos la ciudad de tráfico contaminante, dejamos de emitir a la atmósfera  una parte muy importante de CO2  nada desdeñable. El otro día hice un cálculo de lo que dejaba de contaminar al coger la bici todo el año para ir al trabajo (descartando vacaciones, fines de semana e imprevistos como lluvia) y me daba la escalofriante cifra de 168 kilos de CO2 que ahorra en contaminación al planeta en sólo un trayecto de ida y vuelta de 5 Km. Para hacernos otro idea en una escala diferente, un viaje de Marbella a Madrid con un coche medio que emita 150 gCO2/km supone haber dejado tras nosotros 95,88 kilos de CO2. Creo que las cifras hablan por sí solas. Si aplicamos un nivel macro y eso lo trasladamos a una población de 1.000 ciclistas que hicieran lo mismo –tan sólo representaría un poco menos del 1% de la población marbellí- estaríamos ahorrando una polución de 168.000 kilos de CO2 a la atmósfera ¿Es acaso una locura? Podíamos hacer una campaña, e invito a ello, para conseguir ahorrarno esta cifra en dos años.

Apoyar el uso de la bicicleta no es sólo un gran beneficio para el medio ambiente, la salud (por los gases contaminantes altamente perjudiciales) y el consumo energético sino que conlleva una planificación urbana que no dedica una parte significativa del suelo industrial y urbano a aparcamientos de vehículos privados.

 Y si hablamos de apoyo lo primero son infraestructuras para las bicicletas, no sólo aparcabicis aislados salpicados en el municipio, sistemas de alquiler de bicicletas sino que en los nuevos planes de movilidad de ahora o de un probable plan estratégico urbano se incluyan proyectos de carriles-bici que conecten todo el municipio y no solo para ocio y deporte sino para desplazarte a tu lugar de trabajo.  De esta manera se podría vertebrar un carril bici principal que conectaría todo el término desde Guadalmina hasta Cabopino y carriles bici secundarios que en perpendicular conecten el paseo marítimo de Marbella hasta la estación de autobuses, otro en San Pedro, Nueva Andalucía así como en las  Chapas. De esta manera te puedas desplazar por todo el término municipal de forma sostenible y segura para todos, incluidos los viandantes. 

Pero esta propuesta es sólo una parte de lo que significaría el concepto de sostenibilidad y los planes de movilidad: construir un verdadero ecosistema urbano que convierta a Marbella en una de las ciudades más sostenibles de España ¿no estaría bien? ¿es acaso luchar contra molinos?

Javier Lima Molina
Economista y Presidente de Marbella Activa

4 comentarios:

Jose Maria dijo...

Será una de las revoluciones tranquilas de la Historia, está en marcha y ya no hay quien la pare, ni siquiera la todopoderosa industria del automóvil.
En Marbella vamos con mucho retraso, muchísimo diría yo, ni siquiera estamos en el pelotón. Pero es la misma carrera, no lo dudéis, y las carreras de bicis no se terminan hasta que no llega el último.
Ciudades como Portland (Oregón, USA), Copenhague, Sevilla, Burdeos, BCN, Berlín, etc, van en la cabeza liderando y marcando la ruta.
Artículos como este de nuestro amigo Javier Lima hacen que le demos al pedal con más ahínco, (gracias Javi por el impulso). Se nos sumarán más ciudadanos, sólo es cuestión de tiempo. Se sumarán cuando nos vean pasar montados en nuestras bicicletas relucientes con cara de felicidad, (y no de stress), haciendo vibrar nuestros metálicos timbres (y no los horribles claxones, que hasta la palabra es fea). Cuando nos vean pasar sudando sanamente, y no polucionando. Cuando se den cuenta de una vez de que las bicicletas no atropellan, que no consumen gasolina, que no endeudan a las familias, que no provocan atascos, que no requieren inversiones millonarias en carreteras (dinero que podrá dedicarse a educación o sanidad)...

Esto ya sólo puede ir hacia adelante, ¿o alguien a visto una bicicleta dando marcha atrás?

Anónimo dijo...

Javi, soy Ana María Mata, y quiero decirte que me ha gustado mucho tu texto sobre las bicicletas, muy original y documentado. A ver si algún día nos ponemos a nivel europeo o mundial en este tema. Un abrazo.

Javier Lima dijo...

Como bien dice José María yo no he visto ninguna bicicleta ir marcha atrás y este es el proceso que lleva nuestra revolución silenciosa ¡la conquista de la ciudad por la bicicleta! A ritmo de ciclo la terminaremos tomando.

Gracias Ana. Me alegro que te haya gustado. Como soñar es gratis que nos pongamos, a nivel europeo, en todos los temas y Marbella sea una ciudad europea moderna y dinámica.

Anónimo dijo...

. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA

Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente

Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años