2 de julio de 2012

EL OBISPO FOGOSO


Algunos pensarán que como se me ocurre semejante tema cuando existen problemas tan acuciantes para desarrollarlos y críticas urgentes que hacer a demasiados poderes en el momento actual. Les explico: como los problemas no parecen fáciles de resolver y no tengo, por desgracia una barita mágica, y las críticas se la pasan generalmente por el forro los destinatarios de ellas, he creído que un poco de distensión vendría bien, tanto a los amables lectores del blog como a quien escribe, cuya cabeza arde de impotencia y hartazgo al mismo nivel que el termómetro en estos días.
Tampoco es tan baladí el temita, no crean, porque detrás de él se esconden otros de más trascendencia. Así, de golpe, unas fotografías de un señor no tan joven abrazado a una chica de muy buen ver en una playa –creo– o piscina, resultan sencillamente normal y hasta agradable ya que los gestos afectuosos no son muy corrientes ahora, cuando lo que impera es la violencia hasta en los juegos infantiles tan en boga
Lo malo es entrar en detalles a posteriori. Nuestra educación católica romana no nos tiene acostumbrada a que todo un Monseñor de una diócesis argentina, que para colmo es el presidente de Cáritas en la misma diócesis, sea fotografiado en actitudes amorosas mientras se refresca con quien en principio afirmó era una vieja amiga de infancia (amiga, puede, lo de vieja es un eufemismo degradante para ella) y luego acabó siendo su amante desde hace unos años.
No crean que quiero hablar del escándalo posible, muy por el contrario. La noticia, si sirve para algo es simplemente para traer a colación el viejo tema del celibato católico, cuyo origen nadie ha podido demostrar, y al que achaco una gran parte de la hipocresía que desde tiempos lejanos la Historia de la Iglesia viene arrastrando. La literatura española está cargada de ejemplos sobre ello, y no hay más que recordar a Leopoldo Alas Clarín en La Regenta, junto a los casos reales que cada uno de nosotros conoce de una doble vida con sotana y sin ella. No entiendo qué despoja al mensaje de Cristo de su grandeza el hecho de que sus seguidores en el ejercicio sacerdotal tengan una mujer en casa en lugar de tener que buscarla fuera y a escondidas.
El Hombre que intentó cambiar el arcaico mundo reglamentado por el Antiguo Testamento, que perdonó a la mujer adúltera, bebió agua con la samaritana, tuvo un discípulo avaro y solo habló de entendimiento mutuo para una convivencia pacífica, dudo mucho que impusiera como norma la castidad absoluta, o en su defecto, el placer onanista o prohibido.
La actual Iglesia anda todavía a falta de una remodelación que quizá de haber seguido por la línea del Papa Juan XXIII se hubiese conseguido. De la misma manera que le sobra boato, riquezas, oscurantismo y comprensión, le falta mucho de lo predicado por su fundador cuando anduvo entre la gente y tal vez lo que menos imaginase fuesen cosas como el Estado Vaticano, con su Banca incluida, el exceso de cardenales, de burocracia o de imaginería vacua mientras los pobres siguen ahí sin que nos molestemos en recordar que fueron su prioridad.
Lo malo de Monseñor Bargallo no es el amor que parece profesar a esa joven, sino el tener que hacerlo a escondidas mientras perjura que no era nada libidinoso para acallar a los feligreses y a la Curia romana.
De todas formas, un pequeño inciso: ¿Quiénes fueron tan listos para conocer el viaje de placer de dos enamorados no muy normales? ¿Cómo se le escapó al señor obispo la privacidad que en los años anteriores había logrado?
Tomen nota los que defienden el celibato, porque ocasiones como estas pueden saltar en cualquier momento debido al pillaje de los medios. Y no me digan que alejarlo de la diócesis es la verdadera y única solución. Es aumento de falsedad, como en los casos de pederastia.

Ana María Mata
Historiadora y Novelista   

3 comentarios:

la-de-marbella dijo...

Me alegra conocer tu opinión sobre el tema. Pienso bastante parecido, no condeno al obispo,condeno su hipocresía. Aunque por otro lado quien soy yo para condenar a nadie!!!!! Si de verdad se siguiera la figura de Cristo tal como lo presentan los evangelios, otro gallo cantaría. Pero claro, que sentido tendría la curia, el boato, la estatuas, los simbolos frente a la humildad y la sencillez de la que supuestamente hacía gala?
A tus preguntas, creo que cuando pasa el tiempo sobre las relaciones secretas y estas no son descubiertas, se relaja la atención en el secreto y ..... Foto en la playa.

María dijo...

genial el artículo... con la iglesia hemos topáo!!!!! no hay mayor escándalo que eso que llaman "el vaticano".
Qué faltico estaría el hombre... jajajaja... normal....

Anónimo dijo...

Como buen alumno de los jesuitas que fui durante muchos años, leí tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, éste último en varias ocasiones. Ya siendo niño, no comprendía la diferencia entre la ostentación que veía, con tanto oro y plata, con lo que Jesús predicaba.

Respecto al voto de castidad, simplemente es antinatura. Un hombre es un hombre, con sotana o sin sotana; no entiendo cómo no cambian esa cuestión.

Buen artículo.