Algunos pensarán que como se me ocurre
semejante tema cuando existen problemas tan acuciantes para desarrollarlos y críticas
urgentes que hacer a demasiados poderes en el momento actual. Les explico: como
los problemas no parecen fáciles de resolver y no tengo, por desgracia una
barita mágica, y las críticas se la pasan generalmente por el forro los
destinatarios de ellas, he creído que un poco de distensión vendría bien, tanto
a los amables lectores del blog como a quien escribe, cuya cabeza arde de
impotencia y hartazgo al mismo nivel que el termómetro en estos días.
Tampoco es tan baladí el temita, no crean,
porque detrás de él se esconden otros de más trascendencia. Así, de golpe, unas
fotografías de un señor no tan joven abrazado a una chica de muy buen ver en
una playa –creo– o piscina, resultan sencillamente normal y hasta agradable ya
que los gestos afectuosos no son muy corrientes ahora, cuando lo que impera es
la violencia hasta en los juegos infantiles tan en boga
Lo malo es entrar en detalles a posteriori.
Nuestra educación católica romana no nos tiene acostumbrada a que todo un
Monseñor de una diócesis argentina, que para colmo es el presidente de Cáritas
en la misma diócesis, sea fotografiado en actitudes amorosas mientras se
refresca con quien en principio afirmó era una vieja amiga de infancia (amiga,
puede, lo de vieja es un eufemismo degradante para ella) y luego acabó siendo
su amante desde hace unos años.
No crean que quiero hablar del escándalo
posible, muy por el contrario. La noticia, si sirve para algo es simplemente
para traer a colación el viejo tema del celibato católico, cuyo origen nadie ha
podido demostrar, y al que achaco una gran parte de la hipocresía que desde
tiempos lejanos la Historia
de la Iglesia
viene arrastrando. La literatura española está cargada de ejemplos sobre ello,
y no hay más que recordar a Leopoldo Alas Clarín en La Regenta, junto a los
casos reales que cada uno de nosotros conoce de una doble vida con sotana y sin
ella. No entiendo qué despoja al mensaje de Cristo de su grandeza el hecho de
que sus seguidores en el ejercicio sacerdotal tengan una mujer en casa en lugar
de tener que buscarla fuera y a escondidas.
El Hombre que intentó cambiar el arcaico
mundo reglamentado por el Antiguo Testamento, que perdonó a la mujer adúltera,
bebió agua con la samaritana, tuvo un discípulo avaro y solo habló de
entendimiento mutuo para una convivencia pacífica, dudo mucho que impusiera
como norma la castidad absoluta, o en su defecto, el placer onanista o
prohibido.
La actual Iglesia anda todavía a falta de una
remodelación que quizá de haber seguido por la línea del Papa Juan XXIII se hubiese
conseguido. De la misma manera que le sobra boato, riquezas, oscurantismo y
comprensión, le falta mucho de lo predicado por su fundador cuando anduvo entre
la gente y tal vez lo que menos imaginase fuesen cosas como el Estado Vaticano,
con su Banca incluida, el exceso de cardenales, de burocracia o de imaginería
vacua mientras los pobres siguen ahí sin que nos molestemos en recordar que
fueron su prioridad.
Lo malo de Monseñor Bargallo no es el amor
que parece profesar a esa joven, sino el tener que hacerlo a escondidas
mientras perjura que no era nada libidinoso para acallar a los feligreses y a la Curia romana.
De todas formas, un pequeño inciso: ¿Quiénes
fueron tan listos para conocer el viaje de placer de dos enamorados no muy
normales? ¿Cómo se le escapó al señor obispo la privacidad que en los años
anteriores había logrado?
Tomen nota los que defienden el celibato,
porque ocasiones como estas pueden saltar en cualquier momento debido al
pillaje de los medios. Y no me digan que alejarlo de la diócesis es la
verdadera y única solución. Es aumento de falsedad, como en los casos de
pederastia.
Ana María Mata
Historiadora y Novelista
3 comentarios:
Me alegra conocer tu opinión sobre el tema. Pienso bastante parecido, no condeno al obispo,condeno su hipocresía. Aunque por otro lado quien soy yo para condenar a nadie!!!!! Si de verdad se siguiera la figura de Cristo tal como lo presentan los evangelios, otro gallo cantaría. Pero claro, que sentido tendría la curia, el boato, la estatuas, los simbolos frente a la humildad y la sencillez de la que supuestamente hacía gala?
A tus preguntas, creo que cuando pasa el tiempo sobre las relaciones secretas y estas no son descubiertas, se relaja la atención en el secreto y ..... Foto en la playa.
genial el artículo... con la iglesia hemos topáo!!!!! no hay mayor escándalo que eso que llaman "el vaticano".
Qué faltico estaría el hombre... jajajaja... normal....
Como buen alumno de los jesuitas que fui durante muchos años, leí tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, éste último en varias ocasiones. Ya siendo niño, no comprendía la diferencia entre la ostentación que veía, con tanto oro y plata, con lo que Jesús predicaba.
Respecto al voto de castidad, simplemente es antinatura. Un hombre es un hombre, con sotana o sin sotana; no entiendo cómo no cambian esa cuestión.
Buen artículo.
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