El
pasado martes catorce de agosto se clausuró el Starlite Festival 2012 con un
magnífico concierto del grupo Estopa, en el que con mucho humor y algunos
mensajes reivindicativos sobre la actual situación española, mostraron su mejor
música con unas composiciones magistrales y muy roqueras.
Como
suele ser habitual entre los grandes artistas cuando van a dar un concierto en
directo, pidieron información sobre el lugar en el que iban a actuar, que era
en la cantera de Nagüeles, antiguo auditorio de Marbella en tiempos del gilismo
y que, según los Estopa, tiene una acústica fantástica. Sin embargo los oídos
empezaron a pitarme cuando el cantante David Muñoz dedicó una canción “a los
esclavos que murieron en la cantera para que José Banús construyera su puerto”.
En
fin, que me quedé perplejo porque el individuo que le pasó la información a Los
Estopa era un verdadero ignorante que le dio un dato falso (y creo que hasta
malintencionado) sobre la historia de Marbella. Y es que resulta que en la
Cantera de Nagüeles no murió ningún obrero de Marbella esclavizado. Es cierto
que cuando José Banús construyó el Valle de Los Caidos para el dictador
Francisco Franco, seguramente empleó mano de obra en condiciones infrahumanas,
reclutados a la fuerza entre prisioneros políticos o del bando militar perdedor
de nuestra triste Guerra Civil, pero en Marbella la historia fue otra.
Efectivamente.
Cuando José Banús se reunió con el arquitecto Noldi Schreck para hacer Puerto
Banús, se contrató a una potente empresa constructora francesa que trajo todo
su personal y maquinaria (entre esta unos modernísimos, para la época, camiones
Berliet) desde la Costa Azul gala, si bien es cierto que se contrataron a
algunos canteros de la cercana villa de Ojén por su probada profesionalidad
como especialistas en la extracción de material mineral en la recientemente cerrada
(años setenta) mina del Peñoncillo, en las faldas de Sierra Blanca.
Es
más, los marbelleros de aquel entonces alucinaron con el trato y la
profesionalidad de aquellos obreros franceses que trabajaban en la cantera y
que construyeron un carril con aspersores (para no levantar polvo) paralelo a
rio Verde, desde Nagüeles hasta Puerto Banús, para que los camiones Berliet llevaran los bloques de piedra hasta el
rebalaje. De hecho mucha gente en Marbella se quejaba en aquel entonces porque
José Banús no contrataba a mucha gente de la zona para las obras, sino que en
su mayor parte los traía del extranjero.
Una
vez con estos datos sobre la historia real de la cantera de Nagüeles en la mano,
podríamos decir que los Estopa dedicaron la canción a los obreros franceses que
trabajaron para José Banús en la cantera de Marbella y que ganaban un sueldo
mucho más alto que el equivalente español de la época.
Una
gran metedura de pata que involuntariamente soltó el gran canta-autor David
Muñoz Calvo en el concierto del festival Starlite por culpa de un informante
que poco o nada sabe o conoce de la historia de Marbella y que, seguramente,
pensó que la gran obra de Puerto Banús fue algo así como un campo de
concentración (como las obras de los famosos pantanos del franquismo en la
postguerra) donde los esclavos trabajaron y murieron en condiciones
infrahumanas. ¡Nada más lejos de la
realidad!.
Para
ser justos, debemos admitir que José Banús no fue todo lo intachable que
tendría que haber sido, pero que a Marbella la trató de una manera distinta,
ayudando a convertirla en una perla del turismo de lujo internacional. Pero
para ser justos debemos darle un buen tirón de orejas a nuestro Ayuntamiento. Si la alcaldesa se hubiese quedado en el
concierto en vez de irse tras hacerse la foto con los Estopa, tras finalizar el
concierto le podría haber dicho a David y a José Manuel Muñoz que esa historia de la Cantera de Nagüeles era
completamente falsa, que en Marbella no se usó mano de obra esclava para
construir Puerto Banús, y que no estaría nada mal que pidiera explicaciones al
individuo que le informó tan malintencionadamente sobre la historia de nuestra
tierra.
Pero claro, lo mismo nos encontramos con que
la mayoría de los políticos que tenemos en Marbella no son de aquí (da igual el partido político, porque todos
pecan de los mismo) y que esta tierra no les duele como a los auténticos
marbelleros, que conocemos y amamos a Marbella y que tenemos a nuestros
ancestros aquí enterrados. Nosotros no somos “aves de paso”. Por eso no extrañaría
nada que la falsa historia de la cantera de Nagüeles que contaron los Estopa en
el Starlie 2012 acabase convirtiendose en verdad, igual que otras mentiras de
los tiempos “malayos” en la que la prensa y los tertulianos decían que la gente
de Marbella éramos todos unos corruptos y unos delincuentes.
No
obstante, ¿Qué podemos esperar de unos políticos locales (todos los partidos
políticos de Marbella) que votaron con mayoría absoluta en un pleno municipal a
favor de usurparle el nombre de Vigil de Quiñones (héroe marbellero que formó
parte de “Los Últimos de Filipinas” y que luchó en 1898 por España en Baler) a
su campo de fútbol para concedérselo a un completo desconocido que ni siquiera
es de esta tierra y que nada ha hecho por Marbella o España?. Y es que muchas
veces me pregunto si nuestros políticos locales saben dónde están puestos de
pie o si conocen la cultura y la historia de esta ciudad para defenderla
adecuadamente.
Para
finalizar, quiero dejar bien claro que la culpa de este error sobre la historia
de Marbella no es de los geniales Estopa, que no son de aquí y que por tanto no
tienen por qué conocer la historia de Marbella, sino de quien les informó de la
historia del lugar y de la gente que aplaudió la gracia sin conocer la realidad.
Pienso que nuestro Ayuntamiento debería hacer algo al respecto en vez de
dejarlo pasar. La historia del turismo
marbellero y su arquitectura es bien distinta de la que nos contaron en el
festival Starlite 2012, y desde luego no se construyó con esclavos sino con
trabajo y constancia.
Juan
C. Ortiz.
10 comentarios:
Muchas gracias por publicarme esta nueva entrada en este magnífico blog que le sabe coger el pulso a la cultura e historia de nuestra querida ciudad.
Esta vez, como marbellero, me resultaba imprescindible contar la verdadera historia de la cantera de Nagüeles y aclarar que allí no murió ningún obrero esclavizado, y menos de Marbella. Creo que la Delegación Municipal pertinente debería de estar más atenta ante esta clase de detalles que atentan contra la buena fama de nuestra ciudad y la historia de su industria turística.
Sabemos que los estopas cometieron este error sin conococimiento, siendo por tanto ajeno a ellos, pero desde luego el que le pasó los datos debería de informarse mejor antes de pasar cualquier clase de dato histórico o cultural del pueblo que sea. Muchas gracias.
Una vez mas un excelente articulo.
Me parece vergonzoso que los Estopa no verificaran lo que se les dijo.Hay que informarse antes de decir barbaridades.Por lo tanto no quedan exculpados.
En cuanto al lugar de nacimiento de los politicos....Creo que poco importa donde nacen sino lo que hacen.El lugareño tiene la obligación de velar por su tierra ,de no dejar que otros manden.Si no lo hace es a el a quien sus hijos tenrán que pedir cuentas.No al ave de paso.
Interesantísimo debate abierto por Juan Cristóbal. Estoy de acuerdo con Garbiñe respecto a que hay que contrastar lo que se suelta en público. Desgraciadamente Marbella es una tentación para que todo el que venga de fuera, está de paso (en este caso me refiero a estancias de poco más de un día)y tenga un micrófono o una pluma en la mano -ahora más bien un ordenador- aproveche para soltar alguna perla de la que nos han adornado en la prensa rosa o del color que sea. Ahora Estopa, hace un par de meses Gemma Nierga en su directo desde Puente Romano, y un largo etc de personajes que vienen, se lo pasan bien y después despotrican de nosotros.
Está claro que hay que mejorar y mucho. Necesitamos seguir creciendo en credibilidad, pero no solo entre los "ricos" o fantoches del papel cuché.
Creo que ya esta bien de echar la culpa siempre ala Alcaldesa que se esfuerza y trabaja por este pueblo,que por cierto ningun Marbelli,se digna (incluido yo mismo)en presentarse a la ALCALDIA formando grupo politico que defienda nuestro unico y maravilloso MARBELLA y sus ciudadanos.Es mejor pasar desapercibido,dedicarse a sus negocios,trabajos,ecet...y luego cuandolas cosa afloja echarle la culpa a otros.Nosotros mismos tenemos una gran arma;La palabra para usarla siempre con la verdad para engrandecer este pueblo,y cuando alguien lo desprecie,insulte diga mentiras,rebatirlo con inteligencia buen talante firmemente.ASI SEA-.
Para empezar, nadie le ha faltado el respeto en ningún momento a la alcaldesa. Pero quien está al frente de un ayuntamiento es el primer y máximo responsable de la ciudad a la que representa. Por tanto su responsabilidad consiste también en defender la historia de Marbella cuando mienten en público sobre ella (por ejemplo cuando se dijo que los esclavos hicieron la cantera de Marbella).
Para continuar, los naturales de Marbella no son marbellies, sino marbelleros, ya que ese es el gentilicio desde los tiempos en que los Reyes católicos reconquistaron la ciudad. Lo de marbellí, si bien desde hace unos pocos años viene como defición en los diccionarios, es un invento del chileno Victor de La Serna de cuando estaba estudiando la marbella musulmana, así que no deja de ser curioso que mis abuelos y padres nacieran siendo marbelleros y que ahora sean marbellies por arte de birlibirloque. ¡A lo mejor le tenemos que cambiar la letra al himno de San Bernabé y todo!.
Y para terminar, ¿cómo va a ser lo mismo el cariño o el orgullo del que ha nacido aquí que el de que ha venido de fuera a buscarse la vida aquí?. En Granada, Motril, Rute, Córdoba, u Ojén mismo no veremos jamás a un político al frente de su Ayuntamiento que no tenga raices en esa misma tierra. El caso de Marbella es verdaderamente único, y sin duda se debe al caracter hospitalario y abierto que tenemos los marbelleros, ya que siempre hemos recibido con los brazos abiertos a los que han venido de fuera y les hemos hecho sentir como en su propia casa (por ese motivo en Marbella casi que hay más gente de fuera que nacidos aquí). Solo así se puede entender que tuviésemos un alcalde como Gil, que no era de aquí, y que consintiésemos que siendo de fuera, saqueara el Ayuntamiento y la ciudad. En Ojén o Granada jamás pasaría algo semejante a lo ocurrido en Marbella y precisamente no pasaría por los motivos antes explicados. Un ojeneto o un "granaino" jamás permitirían un alcalde que no haya nacido allí, y jamás consentiría que se faltase a la verdad de su historia en público. Y por supuesto no consentiría que su gentilicio fuese ojení o ganadí respectivamente. En Marbella falta orgullo de ser de Marbella (del pueblo) y por eso consentimos estas cosas y muchas más. Creo que merece la pena reflexionar sobre la comparativa con otras localidades en este aspecto.
Emilio R-R, sino le pides cuentas a la alcaldesa a quíen se las vas a pedir, ¿al jeque Al-Thani o al rey Fahd?
Me gusta seguir este blog y la verdad es que el comentario de los Estopa tiene tela......
Pero hay algo que me da mucho coraje a la hora de hablar de "Marbelleros", porque Marbelleros somos todos los que aqui estamos por unas cosas o por otras. Parece que solo tienen derecho a conocer Marbella o a valorarla los que han nacido aquí. Ese radiscalismo Marbellero puede conmigo porque yo no soy de aqui, pero llevo 15 años haciendo mi vida aqui, interesándome por la historia de aquí, por su sierra por sus costumbres, y lo que viene siendo aportando a la colectividad de Marbella. "Qué sería Marbella sin los que vinieron y hemos venido de fuera?. De fuera no sólo vino el señor Gil señores, vinieron y vienen todos los que hacen grande a esta ciudad
Aunque quizás pueda parecerlo no trato de faltar el respeto a quienes no son naturales de Marbella. Es cierto que Marbella tiene un caracter muy cosmopolita debido a su principal industria (el turismo) que atráe a mucha gente de fuera de nuestra tierra para montar negocios o vivir aquí. Pero eso supone una espada de doble filo, ya que según el caracter de nuestros forasteros, puede suponer una bendición o una maldición. Es cierto que podría haber insistido en los positivo que nos aporta los forasteros, pero precisamente esta vez he querido insistir en el aspecto negativo para señalar lo perjudicial que supone que se hable mal de nuestra tierra, poniendo el ejemplo del bulo malintencionado de los esclavos de la cantera que hicieron el puerto a José Banús, y como eso cientos de cosas más. ¿Cuánta gente que ha vivido de Marbella la ponen a caer de un guindo cuando se van de aquí cada vez que pueden?. ¿Cuántos "marbellíes" dicen disparates o barbaridades de nuestra ciudad amparándose que aunque no son de aquí son como si lo fueran? ¡Eso es lo que como marbellero me molesta!.
Y por supuesto que tenemos gente de fuera que viven aquí desde hace décadas y que aman y miman a Marbella con pasión. Ahí tenemos a conde Rudi o la princesa Margarita de Prusía, por ejemplo, que son incluso grandes embajadores de nuestra tierra allá a donde van. Pero me encantaría que hubiese más gente que, aunque no son de aquí, quisieran a mi ciudad como la queremos los que somos de aquí y lo supieran demostrar contando sus virtudes en vez de sus defectos, que no son tantos ni tan distintos de los que hay en otras ciudades españolas. Y por supuesto que no mientan sobre su historia en público como hizó el "desinformador" que asesoró a los estopas para que dijera que en marbella había esclavos :(
Un pequeño detalle. En Granada si se votó un alcalde nacido fuera. Su nombre, Antonio Jara Andreu, murciano del Alquerías, alcalde de Granada desde 1979 a 1991.
Y por cierto, 15 años estuve en Marbella y al final me volví a mi tierra, porque después de trabajar como un negro, no paraba de escuchar lo de marbellero/marbellí y la expresión "no hemos quitado hambre los marbelleros a los marbellíes". Pues vale. Pienso que lo que deberían de hacer es unificar el gentilicio y dejarse de dislates, que aunque parezca que no, sienta muy mal que se hagan distinciones entre los nacidos allí y los de afuera, algunos de los cuales hemos estado allí por motivos de trabajo.
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