Llegados a este punto sin retorno nos asomamos a un mirador que podríamos contemplar desde diferentes puntos de vista. Si miramos atrás vemos un paisaje desolador donde una sociedad huérfana deambula sin dirección. La imagen al frente depende de con qué ojos se mire. Podemos seguir viendo un territorio yermo, despoblado, donde no hay ilusiones ni motivaciones; pero si se agudiza la vista, tras la neblina podremos ver ese río que riega tierras fértiles, ahora abandonadas tras la batalla pero que esperan quien las atienda. Cada cual, aportando nuestro mejor quehacer deberíamos ser capaces de hacer realidad esa visión que ahora contemplamos desde lo alto del cerro, asomados desde nuestra fortaleza vital.
1 comentario:
De nuevo acertado comentario para este principio de año que para algunos solo augura miserias y para otros(pocos) esperanza.
Me has hecho recordar los preciosos versos de Ramon de Campoamor :
"Y es que en el mundo traidor nada es verdad ni mentira;sino del color del cristal con que se mira."
Colmo del subjetivismo,pero que deja ver claramente que para unos será negro y para otros rosa.Poco se adelanta con ver lo negativo.Seamos positivos y empecemos el año cargados de buenos augurios.Contagiemos el optimismo y recordemos que son momentos de ideas y de trueque.Hay que aguzar eso que es una característica de nuestro pueblo "el ingenio".
Publicar un comentario