6 de enero de 2015

PRIMEROS PASOS



Se nos fue el maléfico e insoportable 2014 con un reguero de desgracias hasta el último minuto, como queriendo corroborar con aviones perdidos, barcos incendiados, y cantidad de atentados islamistas, su intención de hacer daño hasta el final, tal parece que era su misión durante los anteriores 364 días.
 Año nuevo, vida nueva, decíamos antes. Felicidades a todos los amigos, y en el caso (sería un gran honor) de tener enemigos, también a ellos. Sigue la vida, y por cierto, puesto que no existe santo al que adjudicarle nada, ni batalla memorable, me preguntaba tontamente antes de empezar a escribir, cual sería la causa de que nos empeñemos en que hoy sea el día último de un año cualquiera y al despertar el de un año diferente. ¿Quién decidió esa división del tiempo en años, meses y días? Afortunadamente Don Google estaba ahí,  al alcance de la mano. Alguien debería haberme dicho que ya los etruscos y otros pueblos romanos tenían un calendario lunar, el de los etruscos, basado en la luna llena. Que Rómulo, fundador de Roma fue el creador del calendario romano, con diez meses, de mayo a diciembre, y que entre este mes y mayo no había nada por la ausencia de labores agrícolas. Comprendido pues, era la agricultura la que generó la división de acuerdo con la siega y la siembra. Después Numa Pompulio, segundo rey de Roma, lo aumentó varias veces hasta el resultado que conocemos. Curiosidad satisfecha que les transmito como si fuese el Reader Digest ¿se acuerdan?... aquella revista pequeña en la que se aprendía un poco de todo, como en los crucigramas.
Convenciones aceptadas, el nuevo año empieza a dar sus primeros pasos. Titubeante aún, vacilante quizás, permitiendo copas de más, serpentinas, gorros, y besos por doquier en sus primeros minutos. Engañoso como siempre, hipócrita y malvado como la mayoría. Ocultando bajo el disfraz de espumillón y horripilante música televisiva de fondo, un maletín negro como la noche. Hinchado, efervescente como el cava, repleto de noticias futuras, esperadas o sorprendentes, la mayor parte de ellas solo buenas para periodistas carroñeros, deprimentes para el resto de ciudadanos que no sabemos si todavía nos cabrá alguna, si habrá un hueco para algo peor de lo que hemos soportado en nuestras sufrientes cabezas.
 Asoma un pie el llamado 2015, y ya estamos temblando. Las primeras letras escritas en prensa nos obligan a conocer el capital financiero de Amancio Ortega, que aunque no recuerdo con precisión, es inmenso, extemporáneo, monumental…agradable noticia, muy interesante para los desahuciados, junto al de Julio Iglesias, un poco menos multimillonario, el pobre, pero todavía resistente. O el de Carmen Cervera, baronesa Thyssen, feliz reconciliada con un hijo que puede hacerla salir de la lista euro a euro, beso a beso, como quien no quiere la cosa.  Noticias trascendentes, no digan, para empezar el año con alegría, y no como Urdangarín, el todavía Duque de Palma, al que se le ha puesto cara de ofendido, maltratado o todo a la vez, rostro color ceniza, cualquiera diría que está preparando la tez para la falta de sol que presupone…y eso que su amada no le ha abandonado como se esperaba, ¡que fuerza de amor, que entereza!, no habíamos visto nada igual desde los tiempos en que su digno suegro empezó a compartir almohadas con el famoseo…
Lástima que más abajo nos den nuevas noticias de Blesa, el infame banquero o lo que fuese, cara de ratón asilvestrado, chulo, y ladrón hasta las trancas, al que le han encontrado más maldades, cifras y más cifras sin que los jueces lo metan en el trullo antes de que se largue al paraíso de los sinvergüenzas, en el que a lo mejor descansa estos días Rato, el maravilloso ministro que casi nos gobierna antes de dejarnos sin blanca.
Pobre Pantoja, más baja en el escalafón, y a pesar de ello, encerraíta, aprendiendo idiomas y haciendo sus labores, para ejemplo de su preciosa hija, que la visita y llora, llora y la visita con cuidado extremo del rímmel.
Todos empezarían 2015, imagino, con la esperanza puesta en lo siguiente de la lista: Las elecciones de mayo, después las autonómicas y las generales. Lo vamos a pasar en grande de urna en urna, locos como estamos por votar, entusiasmados, gozosos. A lo mejor acabamos como los griegos, solitos, como antes, sin tonterías europeas, agarraditos todos y cantando viva la vieja peseta, viva España, viva….no, que porras, el no, dejémoslo donde está, no exageremos.            
El Guapo, el Coletas, la Lozana andaluza y el Alegre gallego serán el telón de fondo que hará del año  que comienza a andar uno de los años más completitos de nuestras vidas.
Amenizarán el cotarro con sus conocidas habilidades, derrumbando a Mota y Los Morancos  a quienes sustituirán, sin duda en las próximas fiestas de Año Viejo.
 Y ustedes que lo vean, ...pues servidora, si pudiera o pudiese comenzaba desde ahora a correr. Si no fuera ¡ay! porque a pesar de todo, quiero ver los ojos de mis nietos el día de Reyes….
Ana  María  Mata
Historiadora y novelista

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