(A todos aquellos que se han quedado en el asfalto o que han sufrido algún accidente con su bicicleta provocados por un tercero imprudente)
Sí, me refiero esas personas que nos
desplazamos sobre una bicicleta por tu (nuestra) ciudad o tus (nuestras)
carreteras. Esas personas sobre las que descargas tu ira, tu estrés y tu falta
de educación, que querrías erradicar de
la faz de la calzada –o de la tierra según algunos de vosotros–. Cruzarte con
nosotros te provoca ese ataque de bilis que te amarga el día. Te hace
aflorar tu instinto más animal del
depredador que, subido a su vehículo metálico de gran tonelaje, está por encima
del bien y del mal. No hay quien te pare, pasas por donde quieras y cuando
quieras, ¡eres el rey del asfalto!
Si esta introducción te ha hecho hervir
la sangre mejor que hoy no cojas tu coche ya que puedes ocasionar una
catástrofe. Estás empezando a mutar hacia tu lado más peligroso y puedes hacer
daño a alguien.
A los demás –espero que la mayoría,
aunque cada vez soy más pesimista en este sentido– os pido sensibilidad,
precaución y sentido común –también al colectivo ciclista, por supuesto–. Detrás
de cada persona que decide utilizar una bicicleta hay tantas historias como
usuarios. Todos tenemos familias, nuestros problemas y nuestras ganas de vivir.
La bici nos ofrece una sensación de libertad difícilmente entendible por quien
no lo ha experimentado. Por la ciudad, por la carretera o por el campo, sentir
el aire en tu piel mientras te desplazas realizando un esfuerzo gracias a tus
propias energías aporta un bienestar que recomiendo experimentar a todo el
mundo. La vulnerabilidad hace que estés alerta de lo que te rodea lo cual
supone implicarte con tu entorno, algo muy olvidado en la sociedad actual. De
manera individual o en grupo, detrás de cada pedalada se mezcla, cual fórmula de
alquimista, salud, alegría, sufrimiento, placer, ilusión, diversión y unas
gotitas de ecología. Toda una contribución de energía positiva a este mundo
endiablado.
Noto y comparto la rabia que sienten los
amigos del CDC La Vereita –con los cuales he disfrutado de una preciosa ruta
familiar por la Bahía de Málaga este fin de semana– tras las terribles noticias
que se están sucediendo estos días con los tres fallecidos en Oliva, la muerte
de Scarponi o el atropello múltiple de Tarragona. Y es que ellos mismo has
sufrido entre sus socios accidentes que les han dejado importantes secuelas.
Dando fe de la tensión que se vive, en la ruta mencionada, donde participaban
niños, en un cruce, un señor conductor (lo más seguro que incluso padre de
familia), intentó cruzar por en medio del grupo porque..., porque le daba la
gana.
Son este tipo de actuaciones las que hay
que corregir, las que debemos transformar mediante la educación, el respeto y
la sensatez. Hacer ver a la sociedad que estamos para convivir y que todos
tenemos nuestros motivos para disfrutar o incluso para tener un mal día, pero
no podemos por ello obviar a los demás y pasar por encima. Por muy tópico que
parezca los españoles somos impetuosos, prepotentes e irresponsables, y
canalizar todo esto va a ser muy, pero que muy, complicado. Mientras pasan
generaciones que diluya esa “mala leche” recomiendo prudencia y buen rollo,
respirar tres veces antes de responder, y siempre que se preste, dar las
gracias o pedir perdón. Claro que esto
mientras se pueda interactuar con el otro ya que si viene puesto de todo,
borracho, trasnochado o simplemente despistado con el móvil puede que no haya
ocasión más que para las lamentaciones.
No me puedo olvidar de la Administración
a la que hay que seguir pidiéndole que invierta en infraestructuras seguras
para los ciclistas ya que cada vez somos más los usuarios y una apuesta segura
para mejorar la calidad de vida de las ciudades. No nos contabilicen como votos sino como
vidas humanas.
Espero conciudadano haberte tocado al
menos por unos minutos tu conciencia y veas a los ciclistas como a tu amigo, tu
vecino o tu familiar que sale a dar un paseo y quiere que sea algo maravilloso,
no una ruleta rusa en la que no sabe cuándo te tocará la bala.
Arturo Reque
Arquitecto
Presidente Asociación Marbella ByCivic
1 comentario:
Enhorabuena compañero. Fue un placer pasar un buen rato de bicicleta juntos por la Bahía de Málaga.
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