Hoy quería hablar de una parte de la otra Marbella, la que desconocen los que solo saben de nuestro pueblo por los medios de comunicación, que hablan de corrupción, gente guapa, yates de lujo y profesiones del buen vivir. Imagino que muchos se identificarán ahora conmigo al contar que por parte de mi abuela materna todos han sido de la mar, sus hermanos y muchos de sus sobrinos. Igual es por eso, que lo llevo en los genes, por lo que no puedo pasar un día sin acercarme a las olas, y oler sus fragancias.
Aunque no los saquen ni en los diarios, ni por la tele, siguen existiendo los pescadores de Marbella. De ello puedo dar fe cada mañana y cada anochecer, viendo a las traíñas y otros barquitos más pequeños entrar o salir de la bocana del puerto, buscando el sustento con el sacrificado oficio de pescador. Quiero dedicar mi foto semanal a este gremio.
Órfilo M. Aranda.
2 comentarios:
¡Espectacular y llena de simbolismos! Es una foto que si fuese en blanco y negro bien podría haber sido tomada hace cincuenta años. La vida ha cambiado mucho desde entonces, pero hay oficios que siguen tal cual, pasan de padres a hijos y lo comparten hermanos (el barco se llama "Los 4 hermanos").
La imagen refleja una serenidad absoluta en todos los aspectos. La tranquilidad de la mar y el cielo matutino, la gaviota que revolotea alrededor de la embarcación, incluso se intuye en el traqueteo del motor. Pero es en el reflejo de los primeros rayos de sol sobre la proa del barco lo que le da la grandiosidad a la imagen.
Por lo demás estoy de acuerdo con el autor en la reivindicación sobre la honradez de nuestro pueblo a quien nadie ha regalado nada, más bien todo lo contrario y con el consentimiento de los que si podían haber actuado.
La foto es maravillosa, y refleja el amor que el autor siente por la mar, por algo son la mayoría marinas.
Me gusta mucho la calma suave que tienen sus instantaneas, como si tuviera el poder de domar las mareas.
Un saludo, y mi admiración.
Maru
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